Japón declara ‘inconstitucional’ la esterilización para poder cambiar de género

La Corte Suprema declaró que el requisito de una esterilización impone una «elección cruel» a quienes desean cambiar de género entre «la cirugía» que implica una «invasión corporal» de su identidad.

La Corte Suprema de Japón declaró este miércoles que es «inconstitucional» y «cruel» la obligación legal de esterilizar a las personas transgénero para oficializar su cambio de nombre en los registros de identificación civil.  Este pronunciamiento del máximo tribunal no cierra este caso que fue iniciado por una mujer tras que pidió ser inscrita legalmente como mujer en el registro civil sin someterse a una operación, ya que la Corte devolvió el expediente a una jurisdicción inferior para que emita más clarificaciones.

La Corte Suprema sentenció que la obligación de una esterilización impone «graves restricciones» a la vida de una persona y «limita el derecho de las personas a que no se interfiera con su cuerpo en contra de su voluntad».

En Japón, una ley de hace dos décadas exige que las personas transgénero que soliciten un cambio legal de su identidad deben renunciar a su capacidad reproductiva, lo que equivale a una esterilización.  Además la ley exige que no estén casadas ni tengan hijos menores y que hayan recibido un diagnóstico de «disforia de género». Los activistas afirman que las condiciones impuestas por la ley obligan a las personas a someterse a procedimientos médicos muy invasivos, largos y que conllevan riesgos.

El máximo tribunal declaró que el requisito de una esterilización impone una «elección cruel» a quienes desean cambiar de género entre «la cirugía» que implica una «invasión corporal» y «renunciar a importantes beneficios legales de ser tratados de acuerdo con su identidad de género». En el mundo sólo un puñado de países permiten a las personas transgénero cambiar su identidad con una simple declaración, incluyendo México, Argentina, Chile, Dinamarca, Bélgica, España, Irlanda y Luxemburgo, entre otros.

«El procedimiento para cambiar el género reconocido por la ley requiere una cirugía de esterilización y un diagnóstico psiquiátrico anticuado que es anacrónico, perjudicial y discriminatorio», indicó la oenegé Human Rights Watch en un reporte de 2019.

El pronunciamiento de la Corte Suprema se produjo después de que una mujer trans pidió ser inscrita legalmente como mujer en el registro civil sin someterse a una operación, afirmando que la esterilización obligatoria «es una grave violación de los derechos humanos y es inconstitucional». Su demanda fue rechazada por un tribunal de familia y también fue denegada en la apelación ante una jurisdicción superior, antes de llegar al Tribunal Supremo.

Kazuyuki Minami y Masafumi Yoshida celebraron el fallo. (Reuters)

«Es extremadamente poco habitual que la Corte Suprema declare inconstitucional una ley», celebró este miércoles el abogado de la demandante, Kazuyuki Minami. «La cuestión de que hay personas que tienen que sufrir la incongruencia entre el propio género y el estatus legal de su género, así como los problemas de vivir en una sociedad así, sigue sin resolverse», añadió tras el fallo.

Esta sentencia «aliviará la carga» para quienes enfrentaban como único obstáculo para su cambio de género la esterilización, pero mantiene la obligación para muchas mujeres trans tengan que someterse a una cirugía genital o a esperar en un limbo la decisión del tribunal inferior, explicó.

El mes pasado, un grupo de legisladores del gobernante Partido Liberal Democrático emitió un comunicado diciendo que cualquier fallo que considerara la ley inconstitucional sembraría confusión. Esta sentencia fue muy esperada por miembros del colectivo LGBT+ Tomoya Asanuma, un hombre trans de 34 años, contó que a los 23 años se extirpó el útero y los ovarios para poner cambiar de género en sus papeles y poder casarse con su novia de entonces.

«Hacer que la cirugía sea condición para cambiar legalmente de género es demasiado riesgo para las personas trans en todos los aspectos: a nivel físico, emocional y económico», afirmó Asanuma. «Todavía siento dolor», dijo.

dmr