A fin de restituir la flora intestinal de pacientes con diarrea recurrente por Clostridium difficile, investigadores del Instituto de Patología Infecciosa y Experimental, de la Universidad de Guadalajara (UdeG) han administrado bacterias provenientes de microbiota de individuos sanos obtenidas de sus heces y administradas vía oral por medio de una cápsula en gel.
Los resultados del proyecto en el que participan también especialistas del Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y del Hospital Civil de Guadalajara, son alentadores con una respuesta muy favorable en el más del 80 por ciento de los pacientes.
Los resultados referidos se registran en ocho pacientes en Guadalajara, quienes manifestaron diarrea por Clostridium difficile recurrente, a los que fue administrada una cápsula cada 12 horas durante tres días, para hacer un total de 15 cápsulas a cada uno.
En entrevista, el doctor Eduardo Rodríguez Noriega, investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UdeG, explica que la bacteria Clostridium Difficile es muy agresiva y difícil de erradicar, además de que manifiesta una gran resistencia al tratamiento con antibióticos por vía oral. Es causante de colitis y provoca fuertes diarreas fuera de lo normal, pues son acompañadas de moco, sangre y fiebre.
Desde 2005, este Clostridium difficile más resistente a los antibióticos, denominado ribotipo 027, se ha propagado en Canadá y EU, y apenas hace unos tres años se ha hecho presente en México. Es recurrente en pacientes que acuden con frecuencia a servicios de salud o deben ser hospitalizados por enfermedades crónicas, como diabetes mellitus o insuficiencia renal crónica, así como en quienes han sido tratados con antibióticos y quienes han recibido medicamentos para contrarrestar acidez gástrica.
“Para seleccionar tanto a los pacientes receptores como a los donadores se siguen protocolos muy rigurosos. Estos últimos, no deben tener antecedentes de patologías infecciosas, como hepatitis A, B o C, además de que se hacen pruebas de sangre y de heces para descartar la presencia de microorganismos infecciosos y enfermedades infectológicas.
“Cuando los exámenes han sido aprobados se obtienen las heces y se procesan para que sus bacterias sanas puedan ser ingeridas en cápsulas de gel que les da las condiciones para permanecer sanas, incluso al ser congeladas. La administración es vía oral y el resultado es que se cambia la flora del intestino o microbioma intestinal, es decir, se anula la presencia de la bacteria Clostridium difficile”.
Finalmente, el doctor Rodríguez Noriega informa que el grupo de investigación del proyecto científico es encabezado por los doctores Adrián Camacho y Elvira Garza González por la UANL, pioneros en México en esta modalidad de trasplante, por las doctoras Sara Alejandra Aguirre Díaz y María del Rayo Morfín Otero, de la UdeG. (Agencia ID)
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