Buenos días, compañeras diputadas y compañeros diputados.
Sin duda alguna, Yucatán Cuenta con una riqueza invaluable y con un papel clave para el desarrollo de la economía en el sureste del país. Vivimos en un estado que destaca en temas de seguridad, transparencia, cultura, medio ambiente y nos encontramos apostando por temas alineados a un crecimiento sustentable, como la generación de condiciones para la transición a las energías renovables.
También, nos encontramos en un constante crecimiento: actualmente, ya superamos la barrera de los dos millones de habitantes y eso implica un gran compromiso, para garantizar que cada una de esas personas sea escuchada y tomada en cuenta para la toma de decisiones. Éste es precisamente uno de nuestros más grandes compromisos como Legislatura: que todas y todos sean representados para trabajar juntos por seguir hacia adelante.
Esta Legislatura llega en la segunda mitad de este sexenio, que el pasado 1 de octubre cumplió tres años a cargo del Lic. Mauricio Vila Dosal, en pleno proceso de recuperación económica y social, después de dos años atípicos no sólo para nuestro Estado, sino para el mundo entero. Nos corresponde trabajar en equipo a todas y todos para capitalizar los aprendizajes que nos ha dejado la pandemia y, desde la legislación, generar condiciones para tener un impacto positivo en la calidad de vida de las y los yucatecos.
En plena pandemia, encontrando tangentes y salidas para continuar objetivos fijados desde hace tres años, pasamos por un proceso de adecuación para poder vincular nuestro trabajo hacia las y los ciudadanos en todas las medidas que hemos logrado avanzar como entidad. Ciertamente, uno de los puntos más afectados por la contingencia fue el bolsillo de las y los yucatecos y ha sido prioridad generar acciones que permitan amortiguar el impacto de la realidad a la que nos hemos enfrentado.
Durante 2020, se perdieron más de 25,000 empleos en nuestro estado y, actualmente se han recuperado más de 20 mil. Esto nos refleja que hay cosas que se han hecho bien. Por ejemplo, Yucatán fue reconocido por CONEVAL como el primer lugar a nivel nacional en número de programas y acciones implementadas en materia de empleo formal durante la contingencia sanitaria.
En los primeros tres meses de este año, cuando aún nos encontrábamos con muchas restricciones, la economía nacional promedio cayó 2.5 veces más que la yucateca. Esto gracias a que se tomaron acciones precisas y a tiempo para no tener que cerrar los negocios de las familias yucatecas.
De igual manera, el IMSS nos reporta que en julio de este año, tuvimos una generación de empleos 20% mayor que el promedio nacional.
Asimismo, durante el segundo trimestre de este año, el número de empleadores en Yucatán creció 39.3%. Mientras que el promedio nacional subió 12.1%. Esto significa que en nuestro estado tuvimos un crecimiento de más del triple que el promedio nacional en cuanto a nuevos empleadores.
En cuestión de vivienda, destacamos también, ya que junto con Quintana Roo, representamos el 20% del total nacional en programas implementados de apoyo a la vivienda y la industria inmobiliaria repuntando en la Península durante la pandemia. Sin embargo, no solo se trata de implementar programas, sino de garantizar que los recursos se distribuyan a sus correctos destinos.
Por esto, hemos sido reconocidos nacionalmente por el Instituto Mexicano para la Competitividad con el primer lugar en «sistema de derecho confiable y objetivo», con una puntuación de 88 mientras que el promedio nacional es de 61. También fuimos respaldados por la consultora ARegional, como el tercer lugar en transparencia e información fiscal y como la entidad con menor percepción de corrupción en todo el país, de acuerdo con el INEGI.
Esto implica el peso de la responsabilidad de ser objetivos y definir qué tenemos que hacer, desde el Congreso del Estado y en coordinación con las autoridades del estado y nuestros municipios, para no estar igual, sino mejor que antes de la pandemia.
Como mencionamos, vamos saliendo de una pandemia -la más fuerte de los últimos 100 años- y los retos se han vuelto más complejos. Estamos preocupados por nuestra recuperación económica, pero también por nuestra salud, por nuestro futuro y las necesidades aumentan.
Esto, nos compromete a todas y todos los funcionarios a dar lo mejor de nosotros. Debemos buscar consenso y unidad en estos momentos donde las divisiones y confrontaciones no sólo nos alejan del fin de la pandemia, sino que también nos alejan de conseguir el Yucatán por el cual nos eligieron las y los ciudadanos.
Asumamos, el compromiso de dejar de un lado las diferencias, trabajar en equipo y dar la talla para honrar la confianza que la ciudadanía depositó en nosotros.
Es cuánto