Hoy, dejamos claro que las diferencias no nos separan, al contrario, enriquecen nuestra labor y nos unen para cumplir con nuestro fin último: que le vaya mejor a Yucatán.
Discurso Dip. Victor Hugo Lozano Poveda
Discurso Dip. Victor Hugo Lozano Poveda
A casi 200 años de la instalación de este Congreso, seguimos transformando a Yucatán, haciéndolo un lugar más seguro y también haciendo más eficiente nuestra labor en este Congreso para entregar mejores resultados a la ciudadanía.
Por ello, no quiero dejar pasar la oportunidad de reconocerles, compañeras y compañeros Diputados, por hacer realidad el primer paso de la reingeniería en cuanto al quehacer de los procesos legislativos.
Volviéndolos más dinámicos y, sobre todo, puntualizando todos y cada uno de los aspectos más destacados de los asuntos que se aborden desde esta que es la máxima tribuna de nuestro Estado.
Una tribuna que hemos utilizado para abordar y enfrentar problemáticas que, de no ser solucionadas, podrían afectar la calidad de vida de las y los yucatecos.
Una de ellas, la cual en esta Legislatura nos hemos tomado muy en serio, es la violencia por razones de género.
Quienes integramos este Congreso hemos llegado al consenso de que para frenar este tipo de violencia, nuestra legislación tiene que evolucionar todos los días.
Dicho consenso lo hemos cristalizado en distintas iniciativas, sin embargo, somos conscientes de que tenemos que seguir trabajando por la seguridad de las y los yucatecos.
Hoy, tenemos una problemática que crece día con día y compromete la integridad de la ciudadanía.
La sumisión química, coloquialmente conocida como “canasteo”, ocurre cuando persona suministra sustancias psicoactivas a otra persona sin consentimiento.
Esto con la finalidad de modificar su comportamiento, alterar su voluntad o anularla.
Lamentablemente, esta situación se encuentra presente en nuestro país y en otros países del mundo en donde se han tomado las medidas necesarias para castigar a quienes cometan este tipo de conductas.
Y es que en más de una ocasión hemos escuchado o mencionado a nuestros hijos o familiares que cuiden sus bebidas cuando salen a divertirse, lo cual no debería de representar en sí una situación de riesgo.
Las y los yucatecos no merecen tener esta incertidumbre cuando lo único que quieren es pasar un rato agradable en un entorno lo suficientemente seguro y con la garantía de no correr ningún riesgo.
Quiero ser muy claro: en Yucatán no vamos a permitir que jueguen con la seguridad de nuestras familias.
Por ello, a continuación haré entrega a la mesa directiva de una iniciativa por la cual se modifica el código penal de nuestro estado en materia de sumisión química.
Apenas ayer tuve el honor de dialogar en el marco de un coloquio organizado por el Consejo Interreligioso de Yucatán acerca de por qué somos la entidad más segura del país.
Llegamos a la conclusión de que esto es gracias a diversos factores y elementos a los cuales siempre debemos sumarnos como Poder Legislativo, apelando a un llamado a la solidaridad de la ciudadanía a denunciar a quienes pretendan incurrir en este tipo de conductas.
Esa ciudadanía que no se queda de brazos cruzados, esas personas que hacen todo por ayudarse el uno al otro.
Eso es lo que queremos conservar en Yucatán: nuestra seguridad. Que nuestros seres queridos puedan salir a divertirse sin preocuparse de que alguien quiera lastimarles.
En este Congreso queremos asegurarnos de ello. No vamos a bajar la guardia y mucho menos quedarnos de brazos cruzados.
Estamos por y para los yucatecos y vamos a seguir trabajando muy fuerte para seguir siendo el estado más seguro de México.
Para seguir impulsando iniciativas que garanticen esa seguridad, es crucial que la labor que realizamos en el Congreso del Estado sea lo más eficiente posible.
He ahí el punto medular del dictamen que hoy aprobamos con respecto al reglamento de la Ley de Gobierno que rige a este Poder.
Hoy, dejamos claro que las diferencias no nos separan, al contrario, enriquecen nuestra labor y nos unen para cumplir con nuestro fin último: que le vaya mejor a Yucatán.
Muchas gracias. Es cuanto, Presidenta.