Homenajear a todas esas mujeres que como Felipa Poot Tzuc a diario dejan huella para hacer una sociedad más libre, más igualitaria en favor de todas y de todos: Fabiola Loeza

Discurso de la Diputada Fabiola Loeza Novelo

Este día, sin duda, reviste un carácter muy especial; hace unos momentos presenciamos la entrega del reconocimiento Consuelo Zavala Castillo a una gran mujer por sus valiosas aportaciones a la defensa de los derechos humanos, esto en el marco del día internacional de la mujer.

Si bien solo se puede entregar un reconocimiento legislativo en este día, no menos cierto es que nuestros pensamientos están con todas aquellas luchadoras sociales que alzan la voz y nunca se cansan de exigir igualdad entre todas las personas.

En ese mismo ánimo y emoción, reconozco a todas esas mujeres anónimas, y también a los hombres, que día con día luchan con nosotras hombro a hombro para tener una sociedad más justa e incluyente.

Precisamente, esa lucha en favor del feminismo es una tarea que viene de muchos años atrás y que apenas ha ido cristalizándose en nuestra sociedad a través de la ley, las jurisprudencias y acciones afirmativas…

Sin embargo, en las páginas históricas de Yucatán existe una mujer a la que no se le ha reconocido como se debe su sacrificio, su tenacidad y su lucha a favor de las mujeres y las niñas. Es tiempo de corregir ese error.

Me refiero a Felipa Poot Tzuc quien vivió y murió bajo los ideales revolucionarios de libertad y reconocimiento a los derechos de humanos de todas las personas y sobre todo del reconocimiento de éstos para el pueblo maya.

La prócer, nació en el municipio de Kinchil, un 14 de enero del año de 1903, de padres indígenas que trabajaban en una hacienda denominada Santa María, ahí tuvo lugar su nacimiento, rodeada de las carencias y bajo la fuerza del látigo del capataz.

Vivir en la pobreza, vivir las necesidades, y el miedo a perder la vida por los grandes terratenientes de la época forjó su espíritu para no callarse, ni tampoco extraviar los anhelos de su vida, pues ya desde muy corta edad pudo mirar de frente las problemáticas que los indígenas vivían a diario sin tener forma de defenderse.

Felipa Poot Tzuc, desde muy niña aprendió el español en una escuela rural, se distinguió de las mujeres maya hablantes al poder leer y escribir en dos lenguas.

Su juventud no estuvo exenta de dificultades, pues en aquellos tiempos, ser mujer e indígena representaba una problemática aún más difícil, tan es así que, al inicio de su juventud, Felipa Poot Tzuc fue violada por el capataz de la hacienda; esa tragedia lejos de acabar con sus ideales, la hizo más fuerte y le dio ánimos para seguir estudiando y educarse en la filosofía del nuevo siglo.

Felipa Poot Tzuc, realizó varias acciones para dignificar a la mujer, a las niñas y poner al ser humano como centro de la gobernanza; fue una tenaz impulsora de las cooperativas y sindicatos de carboneros al ser Kinchil una región rica en la explotación y producción de esta actividad.

Se dice que Felipa Poot Tzuc, de la mano de apenas una docena de hombres y mujeres indígenas, inició un programa de alfabetización para adultos.

La historia nos dice que sus acciones a favor de la libertad de la mujer ante el poder económico, la hizo convertirse en la Presidenta de la liga feminista “Rita Cetina Gutiérrez”, lo que representó un gran realce en su corta pero sin igual vida patriótica para Yucatán y su pueblo natal.

Felipa Poot Tzuc demostró gran coraje y valentía ante el gobernador de esa época, Fernando López Castro, que a lo postre es recordado por sus actos de autoritarismo y que se ha ganado el olvido de la historia; no, así como Felipa Poot Tzuc, cuya voz fue apagada a tiros, pero jamás su espíritu que aún sigue impulsando ese fuego por la idea de libertad del pueblo maya y sus mujeres.

A Felipa Poot Tzuc le fue arrebatada la vida un 28 de marzo de 1936 por defender a las mujeres, por aspirar a mejores condiciones del pueblo maya.

Este año 2023, se cumplieron 120 años de su natalicio, y como cada año en Kinchil, cientos de mujeres y hombres, niñas y niños, maestras y maestros celebran y recuerdan su vida y obra, así como el legado que heredó al pueblo de Kinchil y al estado de Yucatán.

La vida de lucha de Felipa Poot Tzuc deb ser la punta de la lanza para que este Congreso honre su vida, honre su entrega, honre su sacrificio por luchar por los derechos del pueblo de Yucatán, por la democracia y sobre todo por la libertad de los seres humanos.

Las acciones de Felipa Poot Tzuc han sido estudiadas y hechas un estandarte para los derechos de las mujeres mayas. En Kinchil existe una biblioteca y una escuela que lleva su nombre, y el día que se celebra su natalicio, se realiza un sentido y profundo homenaje a su memoria.

Felipa Poot Tzuc luchó y dio su vida contra el gran acaudalado, en contra del cacique que todo lo puede, que todo lo ordena y manda; su vida debe ser ejemplo para todos y más para las y los legisladores, quienes estamos llamados a emular sus aspiraciones para fortalecer y enraizar el poder femenino.

Las conquistas de Felipa Poot Tzuc deben ser un símbolo para todas las autoridades a imitar su valentía y determinación.

No está de más mencionar que esta fecha es ideal para homenajear a todas esas mujeres que como Felipa Poot Tzuc a diario dejan huella para hacer una sociedad más libre, más igualitaria en favor de todas y de todos; y qué mejor que hacerlo llevando su nombre a nuestras páginas de honor.

Por ello, esta 63 legislatura, conformado por primera vez con una mayoría de mujeres, tiene el deber de reconocer lo hecho por Felipa Poot Tzuc porque gracias a sus primeros pasos hacia el feminismo, las mujeres yucatecas estamos aquí integrando el Poder Legislativo, su sacrificio no puede seguir ignorándose.

Es por todo lo anterior que con fundamento en los artículos 35 fracción I de la Constitución Política del Estado de Yucatán, 16 y 22 de la Ley de Gobierno del Poder Legislativo; 68 y 69 de su propio reglamento, ambos del Estado de Yucatán, y lo relativo a la Ley que Regula la Inscripción con Letras Doradas en el Muro de Honor del Salón de Sesiones Plenarias del Congreso del Estado de Yucatán y para Declarar Beneméritos del Estado, presento la iniciativa por la que se inscribe con en letras doradas en el Muro de Honor del H. Congreso del Estado el nombre de Felipa Poot Tzuc por haber sido una mujer histórica en la defensa de los derechos humanos de mujeres y hombres del pueblo maya.

Agradezco a las y los legisladores que han signado junto conmigo la presente iniciativa.

Hago entrega de esta en versión física y digital para el trámite correspondiente.

 

Gracias por su atención.

 

¡¡¡Que vivan las mujeres!!!