MADRID, España, jun. 7, 2016.- La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió llevar a juicio al jugador del Barcelona Neymar Da Silva, a su padre, y al ex presidente del Barça Sandro Rosell por un delito de corrupción entre particulares, por el presunto engaño al fondo brasileño que gestionaba los derechos federativos del delantero.
El fiscal José Perals ha solicitado para ello al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que dicte auto de transformación en Procedimiento Abreviado (equivalente al procesamiento) en la causa en la que se investiga la querella del fondo DIS, que tenía un 40 % de los derechos federativos de Neymar y que se considera estafado por no haber cobrado lo que le correspondía por el fichaje.
Además de a Neymar, a su padre y a Rosell, al que también propone juzgar por el delito de estafa además del de corrupción, el fiscal pide en su escrito, al que ha tenido acceso Efe, que el juez procese por estafa a Odilio Rodrigues, ex presidente del Santos (el club brasileño en el que jugaba Neymar antes de irse al Barcelona).
Igualmente reclama que continúe el procedimiento contra el Barcelona y el Santos por un delito de estafa como personas jurídicas, y contra la madre de Neymar, Nadine Gonçalves Da Silva, y la empresa familiar N&N Consultoria, como partícipes a título lucrativo en el delito de corrupción entre particulares.
En cuanto al actual presidente del Barça, Josep María Bartomeu, el fiscal solicita que se archive la causa contra él al no quedar acreditada su participación en el traspaso de Neymar, dado que fue nombrado el 23 de enero de 2014 «no liderando ni formando parte activa en las negociaciones ni acuerdos para el fichaje».
Perals explica que el fichaje de Neymar se basó en dos contratos firmados en 2011. El primero en noviembre en Brasil por el que el Barcelona pagaba por el traspaso 40 millones y le abonaba un sueldo de 36,1 millones en 5 años, todo ello para 2014, año en el que el jugador dejaría de estar vinculado al Santos y DIS ya no tendría los derechos.
El segundo tuvo lugar en diciembre y consistió en un falso contrato de préstamo por el que el Barça le pagaba 10 millones, pero en realidad, destaca el fiscal, se trataba de una remuneración anticipada para garantizar el fichaje.
Según el escrito, Neymar y el Barcelona, a través de Rosell, pactaron así el futuro fichaje «alterando de esta manera el libre mercado de fichaje de futbolistas y perjudicando también al fondo DIS», que «se vio privado de la posibilidad de que el jugador entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia y pudiera obtener una mayor cantidad económica por el traspaso».
Tras esos dos contratos, Rosell y Bartomeu decidieron anticipar el fichaje a 2013, una decisión que no contó con la autorización de la Junta Directiva del club español y que implicaba que el Barcelona tenía que pagar a DIS para adquirir los derechos federativos.
Para conseguir el adelanto del fichaje, Rosell decidió pagar más dinero del pactado en un principio tanto a Neymar y a su padre, por un lado, como al Santos, parte de ello disfrazado con contratos ficticios.
Con Neymar y su padre, el Barcelona firmó otros siete contratos por los que aumentaba a 45,9 millones de euros el sueldo en cinco años y además le pagaba una «prima de fichaje» de 8,5 millones.
En cuanto al Santos, le abonó 25,1 millones más desglosados en cuatro contratos, de los que sólo uno -por 17,1 millones- era por los derechos federativos y el resto «meras simulaciones para ocultar el objeto real».
Se trató de un convenio de colaboración por derechos de preferencia sobre jugadores del Santos -por 7,9 millones-, un acuerdo para jugar un amistoso -4,5 millones-, y otro contrato para celebrar un partido gratuito del Trofeo Joan Gamper en Barcelona -2 millones-.
Como consecuencia de este engaño, DIS recibió sólo un 40 % de los 17,1 millones establecidos como precio de la transferencia de los derechos federativos, cuando, según el fiscal, le hubiera correspondido ese mismo porcentaje pero de 25,1 millones. Por ello entiende que debe ser indemnizado por la diferencia con 3.228.400 euros.
El Barcelona primero dijo que el fichaje costó 40 millones para después aumentar esta cantidad a 57 millones, si bien el fiscal cree que a esa cantidad hay que sumarle lo pagado en los contratos fraudulentos, lo que superaría los 70 millones que el club tiene como tope en su política de fichajes, ya que ascendería a 83.
El fichaje de Neymar se investiga en otra causa que instruyó la Audiencia Nacional pero que se trasladó a un juzgado de Barcelona una vez abierto juicio oral. Por estos hechos, la Fiscalía ha pedido 2 años y 3 meses de cárcel para Bartomeu y 7 años y 6 meses para Rosell.
AAE