Estudian científicos mexicanos compuesto presente en cannabis que regula glucosa en sangre
Se trata de una molécula, no adictiva y que además puede controlar dolor neuropático y depresión
Se trata de una molécula, no adictiva y que además puede controlar dolor neuropático y depresión
El β-cariofileno es una molécula que ha comprobado puede ser útil en el tratamiento médico de ansiedad y depresión. Se extrae de albahaca, orégano, romero, pimienta negra, clavo de olor, entre otras hierbas de uso culinario, pero también de la marihuana (Cannabis sativa), de la cual hacen estudios investigadores y estudiantes de los Centros Universitarios de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) y de la Salud (CUCS) de la UdeG, para comprobar su efecto en el metabolismo de la glucosa, el dolor neuropático y la depresión asociada a la diabetes.
Responsable de este proyecto es el doctor en Ciencias Juan Manuel Viveros Paredes, profesor del Departamento de Farmacobiología del CUCEI, quien en entrevista señala que en la planta de cannabis hay más de 400 compuestos, y de ellos 140 son terpenoides y uno de ellos es el β-cariofileno.
Puntualiza que hasta ahora los resultados in vivo en roedores son alentadores para pensar que con una sola dosis diaria tomada regularmente de esta molécula podría haber un efecto múltiple contra cualquier tipo de diabetes crónica mal tratada y sus secuelas, sin necesidad de varios fármacos. Podrá ser un coadyuvante de las terapias ya prescritas, apunta.
Como parte del estudio se trabajó con tres grupos de roedores experimentales, uno de control y otros dos inducidos con diabetes; a uno de estos se le administró diez miligramos por kilogramo de β-cariofileno durante 45 días. Como resultado se observó que la concentración de glucosa en sangre se redujo 70 por ciento. Se logró además regular y disminuir el dolor por neuropatía (daño a las terminaciones nerviosas que exacerba la percepción de sensaciones dolorosas), condición que la padecen dos de cada tres personas con diabetes.
Integrante del equipo científico, la maestra Dalia Samanta Aguilar Ávila, destaca que con la administración de la molécula también se controló la depresión, causada por la propia enfermedad y los medicamentos.
“Observamos que los ratones con diabetes presentaban una mayor inmovilidad con respecto a nuestro grupo control, y también que el grupo tratado con β-cariofileno”, agrega la estudiante del doctorado en Ciencias en Procesos Biotecnológicos, del CUCEI. Sin embargo, en los que se trató con la sustancia revirtieron la inmovilidad y, por tanto, la depresión.
El doctor Viveros Paredes destaca que el β-cariofileno tiene una diana terapéutica muy específica sobre el receptor cannabinoide tipo 2 que incide en el sistema inmune y éste sobre las neuropatías, es así que se utiliza como blanco para su control.
“Después de diez años estudiando la molécula, ahora tenemos la visión de que una misma molécula puede tener una farmacología sobre órganos o tejido específico, pero con una sola diana terapéutica; esa es nuestra hipótesis. Pero hay que reiterar que sería coadyuvante en la terapia prescrita a la diabetes, es decir, no se debe renunciar al tratamiento convencional”.
En el estudio científico participan también el Centro de Investigación Biomédica de Occidente, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Universidad de Berna, en Suiza, institución que aísla y caracteriza el β-cariofileno de la cannabis.
El grupo de investigación seguirá realizando estudios, además de trabajos clínicos, para probarlo en humanos, con miras a registrarlo ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), y emplearlo como terapia. (Agencia ID)