El gigantismo de los dinosaurios se generó al pasar de caminar de 2 a 4 patas
Desde Londres, un científico mexicano reconstruye su historia evolutiva
Desde Londres, un científico mexicano reconstruye su historia evolutiva
El gigantismo de los dinosaurios saurópodos (con cuello y cola largos), los más grandes que han existido en el planeta, pudo deberse a que pasaron de ser bípedos a cuadrúpedos, es decir, de caminar en dos patas a cuatro y cambiar su centro de gravedad. La posible relación con el gigantismo es que el cambio de postura se debió a un incremento de tamaño en las cámaras de fermentación de plantas que tenían en los intestinos.
Esta transición se observa en sus ancestros, los prosaurópodos, y es una de las primeras hipótesis que maneja el mexicano Omar Rafael Regalado, quien estudia el doctorado en Ciencias de la Tierra en University College London, en Londres, Reino Unido.
Lo que hago -platica el mexicano con ID- es reconstruir la historia evolutiva utilizando diversos métodos filogenéticos para probar estas hipótesis.
“Por lo que he observado en la literatura y análisis filogenéticos previos, parece que este cambio de bípedo a cuadrúpedo sucedió muchas veces en la historia de los dinosaurios. Como hubo un cambio gradual de caminar de dos a cuatro patas, esta postura eventualmente generó que los saurópodos se volvieran gigantes; el objetivo es estudiar esta transición en los prosaurópodos”.
El mexicano que se ha dedicado a revisar la anotomía de estos animales y revisado estudios filogenéticos deduce que lo más probable es que dicho cambio de postura haya sucedido al menos dos veces dentro de este grupo de dinosaurios.
“Lo que significaría la causa del gigantismo, o bien lo que pudo haber facilitado esta transición. Me voy a centrar en diversos aspectos de estos animales gigantescos; por ejemplo, cuando uno revisa sus vértebras puede encontrar que dentro de ellas había espacios que contenían sacos aéreos, llenos de aire lo que los hizo más ligeros. La presión hacia el gigantismo se debió a que eran animales de climas áridos que dependían de fermentar las pocas plantas que encontraban: la condición de las vértebras la facilitó”.
El mexicano egresado de la UNAM explica que este grupo de dinosaurios se diversificó rápidamente y una probable conclusión es que sean una respuesta o estrategia ecológica, que uno de sus linajes comenzó hacerse más grande porque supo aprovechar la diversidad de los pocos recursos que existían.
Además, el gigantismo fue también una respuesta tanto a la presión ecológica de los depredadores como de los demás “prosaurópodos”, y solo un linaje logró sobrevivir, expandirse y alcanzar estos tamaños.
“La revisión de dicho linaje probablemente ayudará a encontrar la repuesta del gigantismo. Aunque dicha circunstancia pareciera una ventaja, trae consigo muchas desventajas tanto fisiológicas como ecológicas. A los dinosaurios, se le complica la nidada, porque pueden ver dentro del bosque pero no vivir en él”.
Durante cuatro años el connacional estudiará a los prosaurópodos que se han descubierto y para ello irá a recolectar datos a Alemania, Sudáfrica, Zimbawe, China, EU, Argentina y tal vez Brasil.
“La única manera de corroborar nuestras teorías sobre ecología es viendo si en el pasado ello ocurrió, por eso la importancia de estudiar estos animales para ver qué nos espera en el futuro”.
El investigador mexicano comenta que aun cuando se ha manejado la teoría que con la caída de un meteorito se extinguieron los dinosaurios, de acuerdo con los estudios de la especie, ya estaba en declive antes de eso.
El doctorante concluye que entender lo que pasó con los dinosaurios permitirá dilucidar qué puede esperarse de los vertebrados expuestos al cambio climático, o el impacto del hombre sobre un ecosistema. “Los análisis filogenéticos se utilizan para poder entender cómo una población de cualquier tipo de organismos evoluciona en el tiempo”. (Agencia ID)