Discurso Dip. María Moisés Escalante en la entrega del reconocimiento Pánfilo Novelo Martín

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Esta soberanía se reúne una vez más, y lo hace en esta inédita sesión solemne, para reconocer al Diputado Pánfilo Novelo Martín; yucateco que durante su vida participó en la lucha incansable en la defensa y promoción de los derechos del pueblo maya.

Su pasión por el indigenismo lo llevó a involucrarse prácticamente con todos los  pueblos originarios del país… Puedo afirmar que su alma vive en cada uno de ellos.

El profesor Pánfilo Novelo Martín llegaría a este mundo en un otoño, aquel septiembre 1935, Valladolid vería nacer a uno de sus hijos más ilustres de la época contemporánea.

El Yucatán de esos años tuvo la influencia del gobierno Cardenista, cuyas bases políticas dignificaron al ejido, a las comunidades, los derechos agrarios. A la postre tales premisas forjarían su visión humanista y su vocación por ayudar al más necesitado.

En esa tarea hacia el bienestar y la protección al pueblo maya contó con el apoyo de su compañera de vida, la señora María Jesús Burgos Cotera, con quien procreó a sus hijos Homero, Carlos y Miguel que hasta la fecha enaltecen su memoria impulsando todo aquello que fortalezca la cultura que el profesor tanto amó…

El legado de Novelo Martín es tan vasto que ha sido el pilar para de cientos de alumnos en Tabasco, Veracruz, Oaxaca, el Estado de México y en la actual Ciudad de México.

Nuestro ilustre profesor entendió bien el significado de la docencia, pues en las aulas de la Normal Rodolfo Menéndez de la Peña y de la Escuela Normal Superior de México perfeccionó sus habilidades y lo convirtieron en una herramienta que cambió para bien la vida de sus educandos.

Las fronteras no fueron una barrera para su fuerza y entusiasmo, por el contrario, el ánimo y apetito por el conocimiento lo guiaron a cursar estudios en tierras helénicas y revolucionarias.

Sin duda su estadía en Grecia  y Francia avivaron el fuego que todavía enciende los ánimos cuando se habla de su historia y labor mayahablante al conjugarla a luz de la ciencia y las letras occidentales que han formado un bagaje sin antecedentes en la península.

Su paso por esta vida también se halla materializado en el “Colegio Valladolid”, y la Normal Superior de Valladolid, obras que fueron un sueño hecho realidad para miles de yucatecos y a la fecha sigue siendo un lugar de encuentro para mujeres y hombres…

Pánfilo Novelo venció las limitantes y triunfó como indigenista, él no se quedó en la comodidad de su oficina, sino que caminó el medio rural, conoció las problemáticas y buscó soluciones con una visión de entrega a sus iguales, a sus hermanos y a la niñez maya que hoy lo recuerdan con la manos tendidas para ayudar sin esperar nada a cambio… su recompensa fue educar para formar ciudadanos libres y comprometidos.

No debe quedar duda que Novelo Martín enfocó sus energías para reforzar todos y cada uno de los derechos de la infancia en las comunidades, él supo que quien siembra identidad y cultura, cosechará familias amorosas y unidas con las causas justas de su nación.

El profesor Pánfilo Novelo Martín llevaba en su pecho la tenacidad para esparcir las más fieles costumbres de esta tierra, y su riqueza cultural, fueron el mejor canal para tocar y sensibilizar a todos respecto a la importancia de garantizar la conservación de nuestro pasado ancestral.

El profesor Pánfilo creció en medio de un modelo educativo castellanizador- rural  orientado a construir la “unidad nacional”, bajo la premisa de que la situación de pobreza y marginación en que vivían se debía a sus condiciones culturales y sistema de vida.

De ahí, que ante ese escenario el profesor pánfilo, iniciara su lucha como docente por una educación diferenciada para los pueblos indígenas que pusiera freno a los intensos procesos de aculturación que experimentaban a través de la educación escolarizada.

Por eso, su reconocimiento como uno de los más destacados promotores de la educación intercultural bilingüe como el medio para garantizar la igualdad de trato entre iguales.

A maestras y maestros como Pánfilo Novelo les debemos el consenso para ir eliminando las políticas educativas de exclusión, integración y asimilación de los indígenas por parte del Estado mexicano.

El profesor pánfilo tuvo una larga y prolífica vida, nunca dejó de trabajar, de estudiar, de traducir, de entregar su vida al pueblo maya estudiando su pasado glorioso para reivindicarlo y que sin duda merecer ser emulado.

En todos los estadios de su vida nuestro ilustre docente será recordado como un hombre sensible pero valiente, enérgico pero justo. Nadie nunca podrá decir que permaneció estático ante las condiciones del pueblo maya y de su constante mejoramiento.

Señoras y señores:

En esta sesión solemne, se hace entrega del  Reconocimiento “Diputado Profesor Pánfilo Novelo Martín del Honorable Congreso del Estado de Yucatán” a la distinguida mujer maya, que ha dedicado gran parte de su vida a fomentar, conservar y difundir la medicina tradicional mediante la práctica de las parteras mayas, la Ciudadana Juana María Pool Kinil quién tiene los méritos suficientes para ser recipiendaria de tan importante Reconocimiento.

Honremos el legado del Diputado Profesor Pánfilo Novelo Martin, entregándole este reconocimiento a una extraordinaria mujer que indiscutiblemente ha trabajado y sigue trabajando a favor del respeto y defensa de los derechos a la salud del Pueblo Maya.

Con el reconocimiento que hoy le hacemos, agradecemos y admiramos su trabajo a favor de la salud, por su atención del embarazo, parto, puerperio y recién nacidos, buscando siempre la dignificación del parto y el respeto a la mujeres dadoras de vida.

Juana María Pool Kinil es usted un ejemplo a seguir  para las generaciones de hoy y del mañana, sobre todo por su gran pasión por preservar los usos y costumbres a favor de la salud de la mujer, particularmente la del medio indígena.

Enhorabuena, muchas felicidades.

Compañeras y compañeros diputados, distinguidos invitados, respetable público asistente:

Con este acto legislativo esta Sexagésima Segunda Legislatura una vez más visibiliza y premia el trabajo de una gran mujer maya que con una experiencia de 20 años como partera tradicional, es una de las más solicitadas y reconocidas en su pueblo natal de Chemax y en todo el oriente del estado.

Su experiencia también ha trascendido internacionalmente, específicamente en Canadá, donde sus conocimientos fueron escuchados con gran emoción, sobre todo porque su actividad deviene de una práctica ancestral y arraigada al pueblo maya…

Varias entidades de nuestro país han sido afortunadas de recibir tus anécdotas, tus técnicas y de formar parte de este aprendizaje que enaltece nuestra historia legislativa y que hoy se relata para inscribir en la memoria de este Congreso que te abraza.

Tus méritos están sustentados y son motivo de orgullo para todos los que esta mañana te rinden un homenaje, eres una protectora de los derechos humanos de la vida y la salud de la infancia, las mujeres y los hombres…
Desde temprana edad decidiste usar tus manos para brindar calma, sosiego y alivio…

Tienes un alma noble que impacta en el nacimiento y repercute en generaciones, tienes la dicha de unirte a la felicidad de madre e hijos al ser un vínculo al momento de escuchar el llanto de los bebés y aspirar el aire de una nueva vida…

Tu labor humanista no termina con el parto, sino que también la gente te considera una amiga, una consejera una terapeuta activa y experta en las llamadas “sobadas” que eliminan molestias reumáticas y dolores provocados por la edad o accidentes leves. Técnicas que van de lo espiritual al uso de plantas medicinales.

Juanita, tu legado a tan corta edad sirve de ejemplo cuando se habla de que no existen fronteras para el conocimiento. Tu nombre se contempla a nivel nacional como una de las más importantes parteras de comunidades que son capaces de detectar alteraciones tempranas del embarazo y el parto.

Qué afortunada  tu tierra natal Chemax de tener una hija que nació para el mundo, una hija que aprendió y vislumbró su noble tarea de manera mística, pues de un sueño te has hecho realidad para la vida y desarrollo de tantas familias que hoy te agradecen por tu entereza y valentía.

No me queda más que invitarlos a reconocer como sociedad que el trabajo de las parteras rurales disminuye la mortalidad prenatal y postnatal, así como la mortalidad materna. Es una actividad que debe ser conservada y replicada como política pública en salud.

Reconozcamos a las abnegadas e incondicionales mujeres parteras, que durante siglos han constituido un auténtico Patrimonio de la humanidad, a todas ellas que a través de sus manos se vuelven una luz para millones de mujeres a lo largo y ancho de nuestro planeta, y en especial a Juanita que nació en esta tierra bendita del mayab.

Muchas gracias.