Discurso al inaugurar la planta de gas natural comprimido de Energía Natural Peninsular
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Umán, Yucatán, 8 de junio de 2017
Muy buenas tardes. Saludo al señor Fernando Tovar, presidente del Consejo de ENP y director General de Engie México, muchas gracias; al ingeniero Philip Cnudde, director Ejecutivo y presidente de Engie América Latina, muchísimas gracias, bienvenidos ambos.
Al actuario David Rosales Hernández, quien es representante personal del licenciado Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía del Gobierno de la República, muchísimas gracias, bienvenido a nuestro estado; al ingeniero Max Mergenthaler, representante del maestro Gerardo Gutiérrez Candiani, muchas gracias, Max, por tu presencia.
Señor presidente municipal, don Freddy Ruz, muchas gracias, presidente municipal; muchas gracias Alejandro Gomory, presidente de la Canacintra, acabamos de escucharte hace algún momento, muchas gracias; saludar al licenciado Armando Casares Espinosa, representante del Consejo Coordinador Empresarial en este importante evento; señor Francisco López Riestra, presidente de Virtual Pipelines México, muchísimas gracias.
A los funcionarios que se encuentran aquí presentes; funcionarios estatales, federales y municipales; señor diputado Felipe Cervera Hernández, gracias; al ingeniero Eduardo Reyes Sánchez, secretario de Desarrollo Energético Sustentable del Estado de Campeche, bienvenido.
A todas y todos los invitados especiales, todos quienes participan en este importante evento, pero fundamentalmente a quienes, a todos quienes hacen posible esta inauguración. Yo quiero agradecerle mucho, muchísimo a Engie la inauguración de esta planta.
Hemos escuchado, particularmente, las características y fundamentalmente la aportación a la economía de nuestro estado y, fundamentalmente, la aportación a la economía de nuestro estado que representa esta planta de gas natural comprimido de Energía Natural Peninsular.
Yo iniciaría haciendo una reflexión sobre lo que transforma realmente a las sociedades en nuestros tiempos y lo que transforma a las sociedades es, sin duda, la capacidad que tenga una sociedad para alcanzar un crecimiento económico que se convierta en generación de empleos, que se convierta en derrama económica y que se convierta en bienestar para todos los habitantes de esa sociedad.
Ese es el paradigma, sin duda, que en todas las latitudes se impulsa pero, para alcanzar ese paradigma, para alcanzar ese crecimiento económico, sin duda, lo que se requiere es tener competitividad y la competitividad te la dan el conjunto de condiciones que se encuentran, precisamente, en esa sociedad.
Y precisamente acá, en Yucatán –hace un momento, Alejandro Gomory lo expresaba muy bien–, uno de los temas de gran importancia en nuestros tiempos para consolidar unas condiciones que verdaderamente presenten el rostro de Yucatán, como ya lo están presentando, como un rostro de competitividad, que nos permite consolidar una dinámica de crecimiento económico que genere inversión, que genere empleo y consecuentemente, que genera bienestar.
Y es que, sin duda, hoy Yucatán tiene una nueva economía, una nueva economía impulsada, por la expansión tecnológica, por las inversiones, por la seguridad, e impulsada, especialmente, por el proceso de reindustrialización que hemos vivido en los últimos años.
Esta impulso a nuestra industria es tangible en el constante crecimiento de empresas de gran tradición en nuestro estado; empresas como Dondé, con más de 100 años; como Bepensa; empresas de gran impulso tecnológico, como AirTemp; empresas de la industria alimenticia.
En fin, no pudiera yo mencionarlas todas de una en una porque nos llevaría muchísimo tiempo, todas las industrias yucatecas que hoy están creciendo, dinamizándose, pero también se ve en nuevas e importantes inversiones, como las realizadas en la Cervecería Yucateca de Grupo Modelo, en la planta de latas de aluminio de Envases Universales, en las plantas de Kekén, Bachoco, etcétera.
Es decir, la industria yucateca del siglo XXI es una realidad y su impacto en la economía es tangible. Les voy a dar un dato: solamente en cuatro años y medio, entre octubre de 2012 y febrero de 2017, la industria manufacturera creció en Yucatán un 32.4 por ciento, 32.4 por ciento en cuatro años y medio.
Durante los 10 años previos, es decir, entre octubre de 2003 y octubre de 2012, el crecimiento total en 10 años había sido de 2.6 por ciento. De ese tamaño es la proporción o en esa proporción es el impulso industrial que Yucatán ha alcanzado en estos cuatro años y medio.
Ésto es señal inequívoca de que estamos viviendo en el estado una dinámica industrial de gran aliento, renovada, moderna, pero es señal, principalmente, de que Yucatán se está consolidando como una plataforma logística para los negocios, la inversión y la industria.
Todavía el día de ayer, salieron los resultados del crecimiento económico publicados por el Inegi y continúa Yucatán, ya más de dos años creciendo en la industria manufacturera a doble dígito y en todo el sector industrial, también, creció a doble dígito.
Por eso, Yucatán se está consolidando como una plataforma logística para los negocios, la inversión y la industria, una plataforma que refleja confianza a las empresas gracias a las características de su territorio, de su sociedad, de su capital humano; gracias a su competitividad y a las características y condiciones con las que contamos.
Sin embargo, una distribución limitada de gas natural afecta directamente la productividad de las empresas y la competitividad de todo Yucatán; esa es una realidad. Por eso es tan importante que Engie, una empresa multinacional francesa pionera en generación y distribución de energía, como lo escuchábamos hace un momento y como lo sabemos, viera en Yucatán un potencial muy importante, derivado de su proceso de reindustrialización.
La confianza que Engie ha puesto en el estado y en toda la Península de Yucatán –es importante señalarlo, en las tres entidades hermanas, Yucatán, Campeche y Quintana Roo, y en sus industrias–, ha derivado en esta planta de gas comprimido que, sin duda, va a contribuir a abordar, afrontar esta gran necesidad que tiene el estado.
Gracias a esta planta, las industrias y empresas del estado ahora cuentan con una nueva alternativa energética para realizar sus procesos productivos, una alternativa más eficiente económicamente, pero también más limpia, con posibilidades de alcanzar a diversos sectores de la industria, pero también de los servicios.
Gracias al uso de gasoductos móviles transportados en camiones, podrá alcanzar empresas e industrias a donde no llega el ducto físico, como se mencionaba hace un momento, y sus modernos procesos de compresión y enfriamiento garantizan la mayor calidad de gas natural.
Es un hecho, además, que la industria yucateca del siglo XXI es solamente uno de los sectores que verán un gran beneficio con esta planta de gas natural comprimido. Otros sectores empresariales y de servicios también tendrán a su disposición esta alternativa; en particular, el sector del transporte contará con esta opción más limpia y más eficiente para sus unidades.
Al día de hoy, más de 13 millones de vehículos utilizan gas comprimido en sustitución de gasolina o diésel. Países de primer mundo ya iniciaron este cambio; por ejemplo, se espera que antes de que termine la década, más del 10 por ciento de la flota de camiones de Estados Unidos ya utilicen este combustible.
Así, nuestro transporte público hoy en Yucatán, cuenta también con una opción para ser más eficiente, pero sobre todo, más sustentable. Adicionalmente, el hecho de que el gas natural permita la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de dióxido de carbono se alinea con el nuevo rostro energético de Yucatán.
Y es que, apenas el lunes pasado, celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente y, en el marco de dicha conmemoración, anuncié importantes acciones para combatir el cambio climático en nuestra entidad, acciones que apuestan por la sustentabilidad del estado y que nos señalan que Yucatán está entrando a una nueva lógica energética, una lógica sustentable, eficiente y con enfoque tecnológico para el desarrollo de nuevos procesos más limpios.
A esta lógica pertenece esta planta de gas natural comprimido, que brindará un impulso a nuestra competitividad y productividad, pero también a la sustentabilidad de nuestro estado, y es una lógica impulsada desde el Gobierno de la República, a través de la Reforma Energética que impulsó el Presidente, licenciado Enrique Peña Nieto.
Uno de los ejes de la Reforma Energética es la sustentabilidad y la protección al entorno a través de la generación de electricidad, ya no a través de combustóleo y diésel, sino por energías limpias y gas natural; así, la Reforma Energética fue fundamental para que nos encontremos aquí presentes.
En nombre de todo el pueblo de Yucatán, agradezco en mucho la confianza que Engie ha puesto en nuestro estado para la instalación de esta planta, que se trata, sin duda, de una gran apuesta por la industria de este estado, de toda la Península de Yucatán, pero también se trata de una gran contribución al bienestar de toda nuestra gente.
Y me voy convencido de que esta planta contribuirá a dejar un Yucatán más productivo, más competitivo, pero también más sustentable, lo cual será para enorme beneficio de las generaciones presentes y de las generaciones futuras. Muchas gracias por esta gran inversión, por esta gran apuesta y enhorabuena a todos por este nuevo logro para el estado de Yucatán. Muchas gracias.