México, marzo, 2017.- En el marco del Día Mundial del sueño, organizado por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM) que se celebra 17 de marzo, el lema es: «Dormir profundamente nutre la vida”, la relevancia del bien dormir, así como de la existencia de múltiples trastornos de sueño que afectan a millones de personas en todo el mundo y que estos tienen solución, señaló el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño.
Añadió que es fundamental crear conciencia acerca de las repercusiones de los trastornos de sueño no sólo en la población adulta, sino también en niños.
Y remarcó la importancia de dar a conocer las alteraciones de sueño más frecuentes a nivel mundial como el insomnio, la somnolencia diurna, parasomnias o cosas raras que suceden al dormir como el sonambulismo, terrores nocturnos, hablar u orinar dormido, así como los trastornos del ritmo circadiano que están en aumento en adolescentes y adultos jóvenes por exposición excesiva a las nuevas tecnologías en informática.
Reyes Haro dijo que la campaña mundial expresa la intención de mejorar la calidad de vida de la tercera parte de la población que es afectada por los distintos trastornos de sueño.
Existen alrededor de 100 trastornos de sueño, la mayoría de las personas que padecen de mal dormir, desconocen las consecuencias que esto ocasiona y que los trastornos son tratables por los especialistas en medicina del sueño.
Los datos epidemiológicos varían en cada país, en el caso de México, de acuerdo a un estudio reciente que comparó la prevalencia de trastornos de sueño en 4 grandes ciudades de Latinoamérica se reporta que el ronquido está presente en el 62 % de hombres y en el 50 % de las mujeres, en tanto que el insomnio afecta al 42 % de las mujeres y al 26 % de hombres.
Reyes Haro dijo que el sueño profundo es uno de los tres pilares de la salud, junto con una dieta equilibrada y el ejercicio regular. Las personas que logran sueño profundo y continuo presentan las tasas más bajas de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otros padecimientos crónicos. Por el contrario, cuando se duerme mal, la salud se ve afectada. La falta de sueño y la mala salud disminuyen la calidad de vida y el estado de ánimo.
La mayoría de los trastornos del sueño son prevenibles o tratables, sin embargo, menos de un tercio de los pacientes buscan ayuda profesional. Los problemas del sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de hasta el 50 % de la población mundial. Una mejor comprensión de las condiciones de sueño y sus trastornos ayuda a reducir la carga de los trastornos del sueño y las consecuencias que éstos tienen en las personas y en la sociedad.
Añadió que existen 3 elementos fundamentales para lograr una buena calidad de sueño a fin de amanecer descansado, motivado y alerta para un desempeño adecuado durante el día: la duración que en adultos debe ser en promedio de 8 horas diarias, la continuidad, es decir, el dormir debe ocurrir sin interrupciones y la profundidad, soñar es un indicador de que se ha llegado al sueño profundo.
Higiene del sueño
Otro tema relevante es la higiene del sueño, que consiste de una serie de hábitos que favorecen los 3 elementos mencionados para el bien dormir. Adquirir estos hábitos tiene por objeto mantener o restablecer el sueño de manera natural, refrescante y saludable y son un apoyo fundamental para prevenir y en su caso controlar los trastornos de sueño.
Algunas condiciones ambientales, como la temperatura, ruido, luz, recámara confortable, así como los dispositivos electrónicos pueden modificar el sueño y por lo tanto juegan un papel significativo en la capacidad de conseguir el sueño adecuado y con ello, lograr un bienestar general.
De igual manera se debe conocer que respirar regularmente durante el sueño es fundamental para el bienestar y la salud. La frecuente interrupción de la respiración durante el sueño es un trastorno generalizado y común que se llama apnea del sueño, está relacionado con el ronquido y en el mundo afecta aproximadamente a 20% de los hombres y el 10% de las mujeres en edad media y avanzada. Las clínicas de sueño ofrecen los procedimientos de diagnóstico y tratamiento para el control de la apnea del sueño.
El sueño profundo también facilita la preservación de la salud mental. Las alteraciones del sueño son un factor de riesgo para los trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad. La mala calidad del sueño afecta el estado de alerta y las funciones cognitivas como la atención, concentración, memoria, con la consecuente disminución de la productividad académica y laboral, al tiempo que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito, domésticos y de trabajo.
Finalmente Reyes Haro dijo que el dormir es una función básica del organismo humano que debe cubrirse diario en tiempo y forma adecuados, dormir menos de lo requerido o tener un trastorno de sueño deteriora de manera significativa el desempeño diurno y aumenta el riesgo de enfermedades, así como el riesgo de accidentes.