Después de discutir, es bueno abrazarse; lo dice la ciencia
Un estudió concluyó que abrazarse (o tomarse de la mano) después de una discusión da un efecto positivo en las emociones de las personas
Un estudió concluyó que abrazarse (o tomarse de la mano) después de una discusión da un efecto positivo en las emociones de las personas
Después de tener una discusión lo último que piensas es abrazar a la persona con la que discutiste, pero un nuevo estudio encontró que abrazarse físicamente (o al menos tomarse de la mano), puede ayudar a mejorar el estado de ánimo de ambas personas después del conflicto.
Por lo tanto, podría valer la pena superar sus diferencias o eliminarlas.
El estudio se realizó a 400 personas en la Universidad Carnegie Mellon en Estados Unidos. A los resultados súmale que existe evidencia que el contacto humano tiene un efecto relajante sobre los nervios. También es bastante tranquilizador saber que la persona con la que compartes un abrazo no te odie.
Los que abrazaron a la persona con la que habían discutido tenían más probabilidades de sentir emociones positivas y menos probabilidades de sentir emociones negativas después de la discusión.
El doctor Michael Murphy, quien dirigió el estudio, comentó:
«El contacto interpersonal no sexual está surgiendo como un tema importante en el estudio de las relaciones sociales de adultos».
Por lo tanto, esto no se trata solo de discusiones con su pareja sexual, sino de cualquier adulto en tu vida con el que tengas una pelea. Se le ha prestado más atención al área temática, ya que la evidencia sugiere que quienes se involucran en un mayor contacto interpersonal (abrazos, manos) son más felices y saludables en todos los aspectos de sus vidas.
«El toque interpersonal está asociado con una mayor seguridad de apego, una mayor percepción del apoyo de la pareja, una mayor intimidad, una mayor satisfacción de las relaciones y una resolución de conflictos más fácil», mencionó Murphy.
Los investigadores entrevistaron a 404 hombres y mujeres durante 14 días consecutivos sobre las discusiones que tuvieron, cómo los resolvieron y cómo se sintieron después. Hubo una clara correlación entre abrazos y un mejor humor.
«Recibir un abrazo el día del conflicto se asoció con una mejora del afecto negativo y positivo concurrente y el afecto negativo del día siguiente en comparación con los días en que se produjo el conflicto, pero no se recibió ningún abrazo», agregó Murphy.
Aunque la investigación se encuentra en sus primeras etapas, los resultados preliminares sugieren que los abrazos consensuales también podrían ser un método útil para brindar apoyo a las personas que experimentan un conflicto de relaciones en curso.
dre