DE DERECHA A IZQUIERDA
Santiago Alamilla Bazán, el día de ayer fue anunciado oficialmente como el nuevo responsable de la Escuela de Cuadros del Partido del Trabajo en Yucatán.
Santiago Alamilla Bazán, el día de ayer fue anunciado oficialmente como el nuevo responsable de la Escuela de Cuadros del Partido del Trabajo en Yucatán.
Tal parece que en los partidos de izquierda en Mérida se está haciendo una constante premiar a “políticos corruptos” con cargos públicos. En esta ocasión nos referimos al ni más ni menos ex panista, Santiago Alamilla Bazán.
Dicho personaje el día de ayer fue anunciado oficialmente como el nuevo responsable de la Escuela de Cuadros del Partido del Trabajo en Yucatán. El anuncio fue presentado por el mismísimo Francisco “Paco” Rosas Villavicencio, presidente del partido en la entidad.
Pero, ¿Por qué Alamilla Bazán y no un militante del mismo partido?, esa pregunta es la que seguro muchos se formulan, pero la respuesta es simple. El amiguismo entre Joaquín “Huacho” Díaz Mena, Francisco “Paco” Rosas y Santiago “Mitoalamilla” Bazán es una realidad, y basta ver el pasado del ex funcionario municipal para comprender su actual designación.
Todo comienza a principios del año 2017 cuando se le descubre a Alamilla Bazán una falta de pago a facturas en 1.2 millones de pesos, y algunas inconsistencias en el manejo de sus recursos en el Rastro Municipal de Mérida, como la promoción de su imagen en algunos medios. Pero no solo fue eso, sino también el ego y soberbia del funcionario, llevaron a varios empleados a dar a conocer las humillaciones, malos tratos y ofensas hacia ellos.
Para colmo, el “señor” Santiago no quería renunciar, pero lo hizo prácticamente hasta el último minuto. Donde de igual manera se autoliquido ilegalmente con un monto aproximado de medio millón de pesos, mismo que tiempo después tendría que devolver y lo sancionarían inhabilitándolo por 3 años de cualquier cargo público.
Pero aparte de corrupto, grosero y prepotente, Alamilla Bazán siempre favoreció a sus amigos mientras se encontraba como “dueño” del Rastro, puesto que también fue descubierto y denunciado por otorgar a cada empresa de sus allegados, un monto aproximado de 200 mil pesos, violando todas las formas posibles de asignación de proveedores y no respetando las reglas de licitación como lo marca la ley.
Si bien todo esto, parece una película de corrupción y engaños; es la triste y vergonzosa realidad que Santiago ha demostrado como funcionario público. El caso es que sus actos no paran ahí, ya que después de haber renunciado al Partido Acción Nacional y expusieran su sucia persona, “Mitoalamilla” quiso tratar de sacar culpables, culpando en ese entonces al candidato a Gobernador del PAN por haber creado empresas “fantasmas”.
Pero tal parece que no se daba cuenta ni de lo que firmaba cuando aún tenía el trabajo del Rastro, pues resulta que algunas de las empresas “fantasmas” que denuncio, él mismo llego a firmar de puño y letra los pagos para dichas empresas. Para no amolarla más, el mitómano Alamilla resulto ser un fantasioso de primera, puesto que siempre se anunció como “doctor” pero simplemente solo tenía la acreditación en maestría (del robo) y una especialidad en docencia.
La cosa se pone un poco más gruesa ya para el año 2018, año de elecciones. Pues ¿Quién creen que quiso contender de manera independiente? Claro, “Mitoalamilla”, donde no solo NO reunió el número de firmas que las autoridades electorales piden, sino que también compro las pocas firmas que presento ante tal autoridad, cosa que no le sirvió para nada.
Pero aún hay más, resulta que Santiago Alamilla pensó que todos los medios son iguales o más bien ingenuos, ya que en su afán de querer venderse a MORENA para que le den el puesto de candidato a la alcaldía se inventó unas en cuentas “patito”, presentándolas ante los medios.
Bueno, pues al parecer esas encuestas le resultaron algo productivas puesto que otro ñoño ex panista se las compró, y nos referimos a Joaquín “Huacho” Díaz Mena. Que si bien no lo pudo poner como candidato a alcalde, sí lo adhirió a sus filas de campaña. Finalmente, después de las campañas Alamilla Bazán brillo por su ausencia, y de nuevo aparece en la escena de la acción, pero ahora de la mano con el Partido del Trabajo, quien no tiene ni idea de la persona que han aceptado en sus filas.