Cristian Calderón es águila a punta de chicotazos
En el América olvidan su pasado en Chivas y confían en disciplinarlo
Se descuelgan los recuerdos de Cristian Chicote Calderón corriendo en el estadio Azteca al tiempo que besa el escudo de las Chivas frente a la afición del América.
Metió tres goles en la ronda de liguilla y fue capaz él solo de eliminar a las Águilas, equipo que echa tierra a la memoria y aparca el odio deportivo entre las instituciones más representativas del futbol mexicano para contratarlo por tres años.
Son otros tiempos, diferentes dimensiones de cómo se percibía el futbol en los años en que los clubes representaban algo más para crear identidades entre futbolistas y aficionados.
Hoy no importa el pasado o la historia, mientras el rendimiento del futbolista sea tan frío como sus estadísticas. En el América el apartado de inteligencia deportiva, un circuito de personas encargadas de revisar videos y datos numéricos todo el tiempo, determinaron que los 65 partidos que jugó en Chivas son suficientes para llevarlo a sus filas.
“El América es mi cliente, les he anotado cuatro goles, es la verdad, ahí están los números. Las Chivas son el mejor equipo de México, lo digo porque lo siento”.
La afición percibe su llegada como algo agridulce después de ganar el campeonato. Pero desde las oficinas del América en Coapa, creen que es la mejor opción para cubrir la lateral izquierda, incierta con Luis Fuentes a pesar de su buen torneo anterior, pues creen que no lo repetirá y tras el fiasco que resultó Salvador Reyes.
Ahora bien, el resumen de la llegada de Cristian Calderón en lo económico no representó compliaciones para el América al negociar direcamente con sus representantes el sueldo que percibirá, ya que no debieron arreglarse en ningún momento con las Chivas.
El problema que está en el aire es su indisciplina. Lo confesó el mismo Chicote Calderón cuando jugaba en Necaxa, que se iba de parranda y se presentaba a los entrenamientos algo tocado, según dijo.
Años después le pasó en Chivas, cuando en 2023 fue separado un mes por indisciplina al escapar de la concentración del equipo tras un juego en Toluca y armar una fiesta privada junto a Alexis Vega.
En Coapa le hicieron estudios psicológicos que arrojaron resultados normales para cualquier chico de 26 años al que le gusta la fiesta, sin embargo, han hablado con él sobre el compromiso que debe hacer en el América.
CARLOS BARRÓN
