Crean en la UNAM dispositivo de bolsillo para preservar muestras científicas
El producto tiene la forma y tamaño de una cajetilla de cigarros, donde se pueden almacenar muestras cristalizadas en tubos capilares
El producto tiene la forma y tamaño de una cajetilla de cigarros, donde se pueden almacenar muestras cristalizadas en tubos capilares
La falta de conocimiento en las aduanas sobre la conservación y transporte de muestras cristalinas biológicas ha afectado el trabajo de investigación, pues su personal comete el error de abrir los contenedores que resguardan estos materiales a bajas temperaturas.
Esta negligencia es muy grave en el caso de los cristales de proteínas, que sufren daños irreversibles, lo que termina con meses de trabajo invertidos en el laboratorio.
La problemática llevó a especialistas del Instituto de Química de la UNAM a crear un contenedor portátil que permitiría a los científicos trasladar este tipo de muestras en sus propios portafolios o en la bolsa del saco, sin el riesgo que representa el paso por las aduanas.
El producto está hecho con una poliolefina comercial y tiene la forma y tamaño de una cajetilla de cigarros, donde se pueden almacenar muestras cristalizadas en tubos capilares, explica su creador, el doctor Abel Moreno Cárcamo.
El universitario ha comprobado la efectividad de su invento al transportar personalmente a los Estados Unidos e Italia cristales de proteínas, cuyo tamaño es menor a 50 micras, es decir, el equivalente al grueso de un cabello.
Estos productos son muy delicados, pues cambios de un grado en su temperatura bastan para que se destruyan los puentes de hidrogeno, que unen su estructura globular, lo que provoca la pérdida de sus propiedades funcionales, señaló el especialista.
El contenedor tiene una solicitud de patente en trámite, al igual que los diseños que pudieran derivarse del mismo, de acuerdo con el especialista.
En caso de llevarse al mercado, el producto sería una alternativa a los dewar, contenedores con una cubierta de gel, que mantiene la temperatura de los métodos de criopreservación a la que se someten los productos biológicos, menor a los 160 grados Celsius.
El doctor Moreno Cárcamo agregó que su propuesta tecnológica podría adaptarse para crear otros productos, como sobres para empresas de paquetería, que podrían transportar en ellos células u otros materiales inocuos, en lugar de usar sistemas de enfriamiento a bordo de aviones o barcos.
Recientemente, el investigador publicó un artículo en la revista Crystal Growth & Design sobre la influencia de los campos eléctricos y magnéticos en el crecimiento de los cristales de proteínas, en el que dedica un apartado al contendedor y su diseño, usado en el proyecto que aborda en su publicación.
El doctor Moreno Cárcamo dijo que egresados de la Facultad de Contaduría y Administración están realizando un estudio de mercado del producto o productos similares para que a través de un licenciamiento o transferencia de tecnología a unaspin-off, el producto se pueda comercializar y que la Universidad pueda obtener beneficios. (Agencia ID)