El 27 de enero se celebró el día de la extracción de la lactancia materna, con el objetivo de reconocer el esfuerzo de las madres en etapa de lactancia que realizan dicha práctica que, como ya se sabe, requiere una gran inversión de tiempo para lograrlo.
Existen dos principales motivos por los que las madres realizan la extracción de leche materna, ya sea por alguna condición de separación de mamá y bebé debido a alguna enfermedad u hospitalización de cualquiera de los dos o porque las condiciones laborales de las madres requieren que durante el tiempo que se encuentran en sus sitios de trabajo, su hijo sea alimentado con leche materna por medio de algún dispositivo de alimentación. (biberón, vaso, jeringa, entre otros).
En México, la Ley Federal del Trabajo establece que las madres en etapa de lactancia tendrán derecho a dos períodos durante el día de media hora cada uno para realizar la extracción de leche, además, es importante considerar que idealmente los sitios de trabajo deberían asignar lugares seguros y adecuados para garantizar la inocuidad en el momento de la extracción y refrigeración de la leche extraída, por lo que se sugiere que cada sitio de trabajo cuente con un lactario con la finalidad de proteger y preservar la lactancia durante el mayor tiempo posible.
La Organización Mundial de la Salud, sugiere preservar la lactancia materna al menos los dos primeros años de vida de los niños, por lo que las empresas cada vez están poniendo mayor atención e interés por garantizar espacios seguros para que las colaboradoras puedan lograr extraerse leche durante la jornada laboral.
Las madres en etapa de lactancia que están próximas a regresar al trabajo pueden comenzar su banco de leche de 2 a 3 semanas antes de reiniciar con la jornada laboral y pueden realizarse extracción manual o contar con algún dispositivo que apoye en la efectividad de esta práctica.
Algunos consejos para la extracción de la leche materna son las siguientes:
Lavarse adecuadamente las manos con agua y jabón antes de manipular la leche.
Almacenar la leche en un recipiente de vidrio o si es plástico, asegurar que está libre de bisfenol A (BPA).
Existen bolsas para almacenar la leche materna, son de un solo uso.
Se aconseja almacenar la leche entre 2 y 4 onzas por recipiente
Una vez extraída la leche, etiquetar con fecha, hora y cantidad de onzas que se lograron con la extracción.
Si la madre se encuentra en la jornada laboral, debe realizarse la extracción en las horas que el bebé requiere ser alimentado, esto para continuar con el estímulo de la producción de leche.
Transportar la leche a casa en una hielera destinada únicamente para este alimento.
Acudir con una consultora en lactancia si fuera necesario.
Métodos de preservación de la leche materna:
Temperatura ambiente. Puede mantenerse hasta 6 horas.
Refrigerador. Puede mantenerse de 3-5 días.
Congelada. Puede mantenerse por 6 meses.
Una vez descongelada no se puede volver a refrigerar o congelar, si no se utiliza, será necesario desecharla.
Actualmente la UAG cuenta con dos Lactarios, uno ubicado en Ciudad Universitaria y otro en el Instituto de Ciencias Biológicas (ICB), donde las madres pueden realizar esta labor y así continuar brindando el alimento más rico y nutritivo para sus bebés: la leche materna.