CONMEMORACIÓN ANIVERSARIO LUCTUOSO DEL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ: ALEJANDRA NOVELO SEGURA
Discurso Dip. Alejandra Novelo Segura
Discurso Dip. Alejandra Novelo Segura
Con su venia, Diputada Presidenta
Excelentísima Señora Bárbara Nancy González Suárez, Cónsul General de la República de Cuba, agradezco su distinguida presencia
Distinguidos Señores Francisco Usallán González y José Barrial Carcaño, funcionarios del Consulado
Compañeras y compañeros diputados, representantes de los medios de comunicación, pueblo de Yucatán
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Bertolt Brecht
Hoy hacemos un homenaje a la vida, obra y legado de un gigante de nuestro tiempo, un líder político sin parangón en la historia de América Latina y del Caribe. Este legado no sólo ha quedado en la dimensión material, también ha penetrado en la conciencia de generaciones completas, de ayer, de hoy y de mañana, que soñamos con un mundo donde la justicia social y la paz sean una realidad. Las aportaciones de Fidel Castro Ruz y de la Revolución Cubana seguirán siendo referentes para el desarrollo de la humanidad. Fidel vive.
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, cerca de Mayarí, en la provincia de Oriente. Hijo de Lina Ruz González, de origen campesino oriunda de la provincia de Pinar del Río y de Ángel Castro Argiz, terrateniente y colono cañero. La educación básica la realizó en colegios católicos privados de corte jesuita. En 1945 se matriculó en las carreras de Derecho y de Ciencias Sociales y Derecho Diplomático en la Universidad de la Habana. En esta etapa incursionó en la política universitaria integrándose a diversas organizaciones y federaciones estudiantiles que denunciaron y protestaron por la situación en Cuba y en otros países del orbe.
El golpe de Estado por parte de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952 activó a sectores altamente politizados que denunciaron el carácter reaccionario e ilegítimo del golpe. Ante estos acontecimientos Fidel Castro organizó y entrenó a un número considerable de elementos. El 26 de julio de 1953 comandó el asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba y al cuartel Bayamo, está acción es concebida como detonante de la lucha armada contra el régimen de Batista.
Esta acción armada no logró el objetivo. Fidel y los rebeldes fueron aprehendidos. Desde la cárcel, Fidel prosiguió con la labor de denuncia al régimen opresor. Durante el juicio iniciado el 16 de octubre de 1953, el propio Fidel Castro estuvo al frente de su defensa y pronunció el alegato conocido como La historia me absolverá. En 1955 Fidel fue liberado y partió hacia México. Desde estas tierras organizó la insurrección armada. En la capital mexicana Fidel, Raúl, Juan Almeida, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos y otros destacados revolucionarios planearon el regreso a la Isla para concretar lo que habían dejado de manifiesto “En 1956 seremos libres o seremos mártires”.
El 25 de noviembre de 1956 el barco Granma parte de Tuxpan, Veracruz, México hacia Cuba con 82 rebeldes a bordo, cuya edad promedio era de 27 años. Después de una semana de navegación, el Granma atraca en Oriente, cerca de Manzanillo. El 17 de enero dirigió la primera acción armada contra el ejército de Batista, donde obtuvo su primera victoria. El Ejército Rebelde comenzó a crecer y fortalecerse. En su condición de Comandante en Jefe, dirigió la acción militar y la lucha revolucionaria del Movimiento 26 de Julio.
Finalmente el 1º de enero de 1959 se concreta la victoria de los rebeldes y el 8 del mismo mes la Revolución triunfante arribó a La Habana. Fidel Castro al frente del Estado y del gobierno cubanos, dirigió estratégicamente la participación de cientos de miles de combatientes cubanos en misiones internacionalistas en Argelia, Siria, Angola, Etiopía y otros países, también impulsó y organizó el aporte de decenas de miles de médicos, maestros y técnicos cubanos que han prestado servicio en más de 40 países del Tercer Mundo.
Una de las grandes lecciones que nos dio el proceso revolucionario cubano fue el plan de alfabetización, una de las tareas que se han desarrollado con mayor eficacia. Fidel Castro señalaba: “Nosotros nos hemos planteado esta tarea gigantesca de erradicar el analfabetismo en un solo año y, naturalmente, hay que erradicar el analfabetismo en un año. No queda otra salida. Y como la Revolución es liberación del hombre, como la Revolución es desaparición de la esclavitud, por eso sólo la Revolución, sólo cuando ha desaparecido el poder de la clase dominante, solo cuando el pueblo tiene el poder y está dispuesto a trabajar para él, entonces, sólo entonces, se puede en un año erradicar el analfabetismo.”
Desde los primeros años de la Revolución en el gobierno, Fidel no daba tregua en todas las tribunas donde podía denunciar las hostilidades de los afanes imperialistas. En una conferencia por radio y televisión para informar de las conversaciones con el Secretario General de la ONU, el 1 de noviembre de 1962, el líder revolucionario expresaba: ¡Que se nos deje trabajar en paz! Más que las armas, preferimos emplear los instrumentos de trabajo. No queremos matar y destruir, sino crear. A nuestro pueblo no lo dejan crear y constantemente lo obligan a movilizarse, a ponerse en pie de guerra, a defenderse, a prepararse. Porque lo obligan, no porque nosotros deseemos esa política. Esa es una política impuesta por los agresores contra nuestro país. Y lo que quiere nuestro país es trabajar, lo que quiere es desarrollar sus recursos, desarrollar su pueblo, llevar adelante su trabajo pacífico”.
Fidel Castro junto con el pueblo cubano rechazaron tajantemente las directrices de bloqueo económico que han surgido desde Washington. Podemos definir este bloqueo económico, comercial y financiero como un acto de guerra en tiempos de paz impuesto unilateralmente por Estados Unidos contra Cuba. Estas medidas de guerra económica comenzaron durante la administración del Presidente John F. Kennedy y se profundizaron durante el periodo especial. En 1992 la Ley Toricelli impuso las prohibiciones del bloqueo haciéndolo extraterritorial y en 1996 la ley Helms-Burton lo recrudeció. Más tarde, en el año 2000 se incorporaron otras prohibiciones como la del turismo de ciudadanos estadounidenses a la Isla.
Desde finales de la década de los setentas, Fidel Castro insistía: “Su bloqueo económico y sus agresiones contra nosotros están desprestigiados, resultan insostenibles en el mundo. No tienen modo moral de defender esa política contra nosotros. El bloqueo es cruel, es duro, es una medida impuesta contra el pueblo, contra hombres, mujeres, niños; el bloqueo es, incluso, un acto genocida”. Y en efecto, después de más de medio siglo, podemos concluir que este bloqueo configura el genocidio más largo de la historia. México lo ha condenado desde todas las tribunas posibles y este día no será la excepción.
La relación de Fidel Castro y el gobierno revolucionario con México fue crucial y se mantuvo inquebrantable. Ni siquiera los deseos siniestros de la derecha que gobernó nuestro país de 2000 a 2012 la pudieron romper. Desde las gestiones que realizó el General Lázaro Cárdenas del Río para apoyar a los rebeldes que integraban el movimiento revolucionario durante su estancia en nuestro país, hasta la reciente visita de honor del Jefe de Estado cubano Miguel Díaz Díaz-Cannel Bermúdez a los actos oficiales de nuestras fiestas patrias, dan muestra de la profunda amistad que hay entre los pueblos.
Quiero destacar la referencia que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador en su más reciente obra “A la mitad del camino” respecto de la visión profética que tuvo el comandante Fidel Castro de nuestro movimiento de transformación, abro la cita: “López Obrador será la persona de más autoridad moral y política de México cuando el sistema se derrumbe y, con él, el imperio. Hoy me honro en compartir los puntos de Manuel López Obrador y no albergo la menor duda que mucho más pronto que lo que él imagina, todo cambiará en México” cierro la cita.
Para concluir, rescato un fragmento del discurso del Presidente López Obrador en el marco del 238 aniversario del natalicio de Simón Bolívar, donde se refirió a la gran gesta cubana comandada por Fidel Castro: “el haber resistido 62 años sin sometimiento es toda una hazaña. En consecuencia, creo que por su lucha en defensa de la soberanía de su país el pueblo de Cuba merece el premio de la dignidad. Y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia, por su ejemplo de resistencia. Y pienso que, por esa misma razón, debiera ser declarada Patrimonio de la Humanidad”.
Fidel Castro Ruz dejó físicamente este mundo el 25 de noviembre de 2016 a los 90 años de edad. Desde el Congreso del Estado de Yucatán le rendimos un merecido homenaje. Su legado es imprescindible para la historia de la humanidad. Pasarán las décadas y los pueblos del mundo seguirán leyendo debajo de la representación de la silueta del rostro de Camilo Cienfuegos en la Plaza de la Revolución de La Habana: Vas bien Fidel.
Muchas gracias