Ciudad de México, viernes 14 de octubre de 2022.- Tras vivir la dolorosa experiencia de perder a su madre, abuela y hermana por cáncer, Belia, educadora de preescolar de 57 años de edad, diagnosticada con cáncer de mama en abril de 2017, logró sobreponerse a esta enfermedad y continuar bajo vigilancia médica y tratamiento farmacológico gracias a la cirugía conservadora de mama que oncólogos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le practicaron en noviembre de 2017.
La doctora María Susana Hernández Flores, cirujana adscrita al servicio de tumores de mama del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, explicó que el IMSS cuenta con tratamientos conservadores y de radiación que evitan en ciertos grupos de pacientes las cirugías mutilantes como la mastectomía radical.
Abundó que el Instituto cuenta con diversas alternativas de diagnóstico para identificar tumores menores a un milímetro (microcalcificaciones) como la estereotaxia, Marcaje con Arpón, Mapeo y biopsia de ganglio centinela con medicina nuclear (Tecnecio 99). Todos ellos, permiten hacer resecciones de los ganglios dañados, conservar la funcionalidad y evitar secuelas.
La cirujana oncóloga del IMSS explicó que Belia inició su tratamiento con ocho ciclos de quimioterapia para reducir de 2.8 a medio centímetro un tumor en la mama derecha, de esta manera, los especialistas lograron conservar los ganglios sanos y su seno. Posterior a la cirugía, se sometió a ciclos de radioterapia y actualmente está bajo tratamiento farmacológico y vigilancia médica.
Pese a los malos momentos que Belia vivió en su familia y que recientemente una de sus primas padece, nunca se mostró pesimista ya que siempre contó con el apoyo de su familia, los médicos y su propio cuerpo, que pese a las radiaciones y quimioterapias a las que fue sometida, no mostró efectos adversos.
“Nunca sentí miedo porque siempre sentí confianza. Yo sabía que aquí en el Instituto Mexicano del Seguro Social recibía un tratamiento de excelencia y así fue. También me ayudó muchísimo que en mi familia siempre me trataron como una persona normal, nunca me vieron ni me trataron como enferma y eso ayuda muchísimo, aseguró.
Ahora, Belia continúa en tratamiento y lleva una vida normal, feliz, ejerciendo con mucho amor y dedicación la docencia. De esta experiencia de vida aprendió mucho y en este mes de la lucha contra el cáncer de mama recuerda que, para ella, la clave principal de su detección oportuna fue la autoexploración.
“Hay que hacerse la exploración con frecuencia y la mastografía cuando el médico lo indique. Yo quiero decirles que aproximadamente 10 años antes de que me detectaran cáncer de mama yo me hacía estudios periódicamente. En 2016, me confié, no me hice nada y en 2017 me di cuenta que desafortunadamente ya estaba ahí el tumor”.