Ayatsil-Tekel, desafío a Pemex costa afuera y a grandes profundidades

Su potencial se estimó en 5 mil millones de barriles de crudo

Debido a las características de los campos de aceite extrapesado en rocas naturalmente fracturadas, costa afuera y a grandes profundidades, con alto porcentaje de gases tóxicos y que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, los campos Ayatsil, Tekel y Utsil, localizados en el Golfo de México, constituyen uno de los grandes proyectos de Pemex, pero también un desafío porque los ingenieros mexicanos serán pioneros en el desarrollo de ese tipo de yacimientos debido a que no hay ninguna referencia acerca de cómo explotarlos.
Con Ayatsil se ha logrado un hecho inédito en aguas mexicanas, porque por primera vez han sido instaladas cinco estructuras en el fondo oceánico a una profundidad de 115 metros, de las que se podrá extraer crudo extrapesado de un yacimiento con 15 pozos de producción.
Ubicado en la Sonda de Campeche, el Proyecto Ayatsil-Tekel se perfila como uno de los grandes proyectos para la obtención de crudo extrapesado, además de que para la Región Marina Noreste representa la posibilidad de recuperar niveles de extracción que tuvo en el pasado, así como la posibilidad de capitalizar experiencias obtenidas en yacimientos vecinos.
A lo largo de la Sonda de Campeche, la zona petrolera más importante del país, de cuya cuenca del Golfo de México se extrae aproximadamente 77 por ciento de la producción nacional de hidrocarburos, se encuentran ancladas al lecho marino aproximadamente 230 plataformas petroleras, algunas a 15 metros de profundidad y las más profundas a 90 metros.
Los campos que integran el Proyecto Ayatsil-Tekel fueron descubiertos entre 2006 y 2013 en la Región Marina Noreste; en ellos se concentra un volumen original de cinco mil millones de barriles de petróleo crudo.
El campo Ayatsil (del maya ts’ayatsil, “dádiva”, que alude a la ayuda voluntaria que se da, sin esperar nada a cambio), fue descubierto en 2007. Desde entonces surgieron grandes expectativas por este campo debido a que almacena reservas potenciales superiores a 580 millones de barriles.
En mayo de 2009 se corroboró el potencial del campo recién descubierto, con la perforación del pozo exploratorio Tekel-1. Pemex confirmó a tres mil 143 metros de profundidad que su formación productora se extiende por alrededor de seis kilómetros desde Ayatsil, situado al oeste de los campos Ku-Maloob-Zaap.
Con tecnología de punta se concibió la instalación de la infraestructura del Proyecto Ayatsil-Tekel, que cuenta con seis plataformas de perforación, una de generación/habitacional, 18 ductos submarinos que alcanzarán un total de 195 kilómetros, así como ocho tendidos de cables eléctricos submarinos a lo largo de 62 kilómetros y una unidad flotante de producción que arribará a aguas mexicanas en los próximos años para incorporarse al proyecto.
Con los pozos perforados y en producción, se retirarán los equipos de perforación, así como el personal que los opera. Las plataformas serán deshabitadas y los pozos serán operados vía remota.
La obtención del primer aceite de Ayatsil se dio en febrero de 2015 y, no obstante que los factores de recuperación por comportamiento primario todavía no son los que puede proporcionar este campo, con la aplicación de tecnología adecuada e incorporación de talento técnico pueden lograrse niveles de recuperación de entre 20 y 30 por ciento. Eso hará posible incrementar la producción en los próximos años, lo cual representará una contribución significativa en el logro de las metas productivas de Pemex.
Uno de los aspectos críticos en los campos de crudo extrapesado producido costa afuera es el aseguramiento de flujo del yacimiento al pozo, del pozo a la superficie y de ahí al centro de proceso y comercialización; sin embargo, al tratarse de un aceite viscoso, el flujo dificulta su manejo y producción, por lo que es necesario identificar, contar, o en su caso desarrollar la tecnología más apta para esas condiciones.
A diferencia de los yacimientos de aceite ligero, estos campos requieren de un mayor uso de tecnología. Porque un campo de aceite ligero no requiere contar desde su inicio de un sistema artificial de recuperación; en cambio, los de crudo extrapesado tienen que nacer con él. Cuando la presión del yacimiento no es capaz de llevar el hidrocarburo desde el fondo hasta la superficie, se requiere aplicar procesos de mantenimiento de presión o de recuperación mejorada. Es por ello que el nivel de inversión es alto y eso, aunado al precio de venta más bajo del petróleo extraído, obliga a buscar formas de optimizar los costos de operación y mantenimiento con la finalidad de maximizar la rentabilidad de estos tipos de proyectos de crudos extrapesados.
La infraestructura lleva avance de 95 por ciento en la construcción de plataformas. Además, fueron adquiridos dos mil 900 kilómetros cuadrados de información sísmica de alta resolución para ver a detalle las características de los yacimientos, con lo cual se espera disminuir la incertidumbre y mejorar los modelos de producción. (Agencia ID)