2020, AÑO BENEDETTI
Joan Manuel Serrat selecciona los mejores poemas del escritor uruguayo.
Una antología personal que sirve de homenaje en su centenario al poeta latinoamericano más popular de su generación.
Joan Manuel Serrat selecciona los mejores poemas del escritor uruguayo.
Una antología personal que sirve de homenaje en su centenario al poeta latinoamericano más popular de su generación.
Ayer 14 de septiembre de 1920 nacía en Paso de los Toros, Uruguay, uno de los poetas más queridos y seguidos de todo el ámbito del español: Mario Benedetti. Hoy, cuando se cumplen cien años desde aquel día, esta antología de sus poemas nos devuelve a un Benedetti más vivo que nunca: sus versos siguen siendo recitados, cantados, compartidos y recordados como si hubieran sido escritos ayer, como si contaran el mundo y las emociones que conocemos y vivimos en 2020. Y es que la poesía de Benedetti ha trascendido el ámbito de lo literario y se siente, a ambos lados del océano, como parte de un patrimonio popular que nos enlaza a todos y que nos legamos unos a los otros de generación en generación.
En esta antología poética se unen de nuevo dos figuras extraordinariamente queridas en el ámbito de la cultura en español. Una de ellas es, claro está, Benedetti. La otra, Joan Manuel Serrat (al que se ha llamado «el más latinoamericano de los cantautores españoles»), con cuyas canciones ocurre el mismo fenómeno que con los poemas de Benedetti: basta con escuchar los primeros acordes de una de ellas para que todos recordemos inmediatamente su letra.
En 1985 el poeta y el cantautor trabajaron juntos para componer el disco El sur también existe con canciones musicadas por Serrat que son en su mayoría versiones de poemas de Benedetti (todas excepto la que da título al disco, que ambos compusieron en coautoría) y que se convertiría, desde el principio, en uno de los más emblemáticos de Serrat. Ese fue el punto de partida de una amistad entre los dos que se mantuvo intacta hasta la muerte del poeta en 2009.
Ahora, cuando se cumplen treinta y cinco años de ese periodo de creación conjunta, Benedetti y Serrat vuelven a dialogar en este volumen, y ese diálogo vuelve a ser tan intenso y enriquecedor como lo fue entonces. En esta ocasión, el fruto de esa «conversación» es una antología que recoge algunos de los mejores poemas del autor uruguayo. El paso del tiempo le ha mostrado a Serrat nuevas facetas de la poesía de Benedetti y, con ello, también de la vida del autor. Porque poesía y vida van unidas en la obra de Benedetti, de todos los Benedettis que hay en Benedetti, como dice Serrat en su prólogo a la edición, «el oficinista rutinario, el montevideano de clase media, el periodista comprometido, el viajero curioso, el militante de la patria doméstica, el exiliado y el desexiliado, y también el intelectual parcial, el luchador político y, por supuesto, el poeta minucioso y trabajador que nunca dejó de ser». Porque Benedetti es el poeta de la vida, el de la experiencia cotidiana; y esta antología es una prueba del amor de Serrat por su poesía.
Cada lector de Benedetti podría organizar su antología personal del poeta, la que incluye sus poemas favoritos. Esta Antología poética es la antología de Serrat. La selección de los poemas que la forman está hecha al dictado de su propio gusto, de sus emociones, de su conocimiento del poeta y de su obra, del redescubrimiento que supone leerle varias décadas después de El sur también existe.
Hay algo de cancionero al modo petrarquista en este libro. Porque los poemas, ordenados cronológicamente, dan cuenta de la vida del poeta, de sus inquietudes y sus desvelos, de la huella que las presencias y las ausencias, los viajes, los compromisos y los desengaños van dejando en él.
En palabras del propio Serrat, «en su obra, siempre llena de compromiso social, no falta nunca la imprescindible presencia del amor, el tema más universal de la poesía; bálsamo o veneno, el amor, siempre un apogeo de las relaciones humanas. Generación tras generación, los enamorados colocaron en sus labios algunos de los versos aprendidos del poeta y los grabaron junto a sus nombres en las cortezas de los árboles de todos los parques. Las muchachas llenaron cuadernos con poemas de Benedetti y, desde el paredón de la fábrica, replicaba aquel que aprendimos huérfanos o en pareja y que aún hoy repetimos como una letanía. Esencias de un perfume que al sentirlo de nuevo nos devuelve el tiempo en que, felices o no, fuimos presente; versos que son sólo nuestros, que se hilvanan en la entretela del alma y que uno acaba amando como se ama a sí mismo. Pero al tiempo que el amor, a lo largo de toda su vida, por razones literarias o personales, la nostalgia y el exilio estarán presentes en la obra de Benedetti. A veces la nostalgia provocará el exilio, y otras será el exilio el que avive la nostalgia.
Mario Benedetti ha sido uno de los escritores más fecundos y populares de América Latina. Un hombre de aspecto frágil y sencillo, de gesto y voz mesurada, que acercó a la gente su palabra despojada de solemnidad. Escribió, a contramano de las modas imperantes y de la crítica, historias que son las peripecias del hombre medio. Visitó todos los géneros literarios: la novela, el relato, el teatro, pero fue la poesía su género predilecto, el que marcó más intensamente su vocación y el más abundante y popular de toda su obra. Probablemente Benedetti sea el poeta más leído en nuestro idioma y, con toda seguridad, el más cantado.»
Benedetti publicó más de ochenta libros de los que se han hecho millares de ediciones en veinticinco lenguas y más de cincuenta países. Escribió poesía, cuento, novela, ensayo, crítica literaria… Fue letrista musical y sus poemas se han realizado cientos de versiones que han cantado, además de Serrat, artistas como Nacha Guevara, Daniel Viglietti, Pablo Milanés, Soledad Bravo, Rosa León, y Tania Libertad entre muchos otros. Y por todo ello es uno de los autores más importantes del catálogo editorial de Alfaguara tanto en España como en la región norte y central de América Latina en todos los formatos: trade, bolsillo, ebook y audiolibro.
Con esta antología, Alfaguara ―que ha contado con la colaboración de la editorial Visor para hacerla posible―, y con la reedición de la biografía definitiva del poeta, Un mito discretísimo. La biografía de Mario Benedetti, escrita por la directora de la Fundación Benedetti en Uruguay, Hortensia Campanella, celebra el centenario del poeta. «Emociona descubrir que la obra de un autor está tan viva que, en cada momento, por muchos años que pasen, consigue interpelarte hasta sentir que cuenta tu propia vida ―declara Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara―. Emociona también comprobar que el poeta más joven del mundo cumpliría hoy cien años.»
«Me apasiona su poesía y su actitud ante la vida. Ha legado a Latinoamérica los ideales de libertad, justicia y solidaridad. Benedetti no nos dejará nunca, siempre estarán sus poesías.» Joan Manuel Serrat
«De su mundo literario nos quedan los bellos poemas y relatos que escribió, reivindicando con amor esas vidas incrustadas en la monotonía de la rutina, de heroísmo discreto, que van puntualmente a la oficina.» Mario Vargas Llosa
«Él nos enseñó que la poesía no es inventarse un lenguaje raro al margen de la sociedad sino tratar de la manera más respetuosa posible el lenguaje de la tribu. La necesidad de una dimensión cívica y ética de las palabras me parece importante y ahí está la enseñanza de Mario Benedetti.» Luis García Montero
«Esa combinación de tristeza e ironía, y de ingenuidad a veces rabiosa, que hay en sus versos, y en su vida, es la música que debe sonar de fondo.» Juan Cruz
«Los versos de Benedetti saben a calle y a corazón partido y por eso muchos de ellos han sido cantados.» Joaquín Sabina
Mario Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920-Montevideo, 2009). Se educó en un colegio alemán y se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, contable, funcionario público y periodista. Autor de novelas, relatos, poesía, teatro y crítica literaria, publicó más de cincuenta libros y ha sido traducido a veintitrés idiomas. Fue galardonado con, entre otros, el Premio Reina Sofía de Poesía 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí 2000.