Mérida, Yucatán, 11 de julio de 2020.– El suicidio es un problema de salud pública que debe atenderse desde diferentes enfoques, y los medios de comunicación en su cobertura juegan un papel importante para prevenir que más personas se quiten la vida en Yucatán, aseguró la maestra en psicología clínica aplicada, Marilu Ancona Rosas.
La especialista sostuvo que en fechas recientes varios portales electrónicos, periódicos y revistas impresas incluyen al final de una nota relacionada con el suicidio, información de las instituciones que ofrecen ayuda en caso de tener ideas o tendencias suicidas. Sin embargo, sostuvo que es necesario incluir los datos de los centros de auxilio para los familiares de las personas fallecidas.
En ese sentido, expresó que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de seis personas quedan afectadas emocionalmente luego de vivir el suicidio de un ser querido. Por ello, sugirió que es importante darle especial atención a los familiares y amistades de las personas que se han suicidado, y ofrecerles espacios de atención tras la perdida.
UN TABÚ SOCIAL
Agregó que todas las muertes son difíciles, pero en el caso del suicidio el duelo “es diferente”, debido a que a los familiares suelen “culparse de la muerte” y por “no haber prestado atención a las señales que dio en vida el suicida”.
“Muchas familias no saben cómo hablar de un suicidio, e incluso, inventan que la persona murió de alguna enfermedad o accidente para no tener que mencionar que se quitó la vida, y eso empeora el proceso de duelo”, comentó.
Reiteró que a las personas en lo general, les cuesta trabajo hablar del tema, y no saben cómo consolar a los familiares o amistades de las personas que terminaron con su vida. Y eso abre posibilidades de que el duelo se convierta en una patología.
SUICIDIO EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Ancona Rosas sostuvo que el suicidio es una de las muertes que se pueden prevenir, pero lamentablemente cuando la gente escucha que es enfermedad mental, se aterran, y no comprenden que es una patología como cualquier otra del ser humano, vinculada con la depresión o ansiedad.
Por ello, recomendó a las personas que no han superado la muerte de un suicida, acudir a centros de ayuda o grupos dirigidos por especialistas y de esa manera, trabajar el duelo.
MITOS
La maestra en psicología, expuso que alrededor del suicidio existen múltiples mitos que impiden abordar el problema de salud pública “como una enfermedad normal y prevenible”.
Recordó que hace 40 años, las personas que se quitaban la vida no podían ser enterrados en cementerios comunes, y que las instituciones religiosas en vez de hablar del tema “condenaban” a las personas fallecidas.
Reveló que de acuerdo a números de la OMS, nueve de cada diez personas que manifiestan en reiteradas ocasiones “estar cansados de sufrir”, “que todo estará mejor sin ellos”, o “irse de este mundo”, terminan quitándose la vida. Con ello, desmintió el mito que indica que “las personas que se suicidan no lo dicen, lo hacen”.
En ese contexto, expresó que las persona suicidas no quieren morirse, sino que solo buscan acabar con un malestar emocional. Por ello, consideró, que es necesario hablar del suicidio, y tratarlo como una enfermedad normal, “como si se tratará de un mal del corazón, hígado o riñón”, ejemplificó.
GRUPO DE AYUDA
Para mayores informes pueden contactar a Ancona Rosas a través de la página de Facebook “Atención Psicológica Integral” y al teléfono 999 158 8903.
En últimos meses ha organizado reuniones grupales –virtuales, por la pandemia– con familiares de las personas que se han quitado la vida. Las sesiones son sin costo y se trabajan temas relacionados con el duelo.