Mérida, Yucatán a 27 de mayo de 2017.- Fue todo un éxito la Clase Abierta de Danza Tango que se ofreció este viernes en el marco de las actividades de Mérida, Capital Americana de la Cultura 2017, los profesores Elizabeth Cordone y Matías Rivas impartieron el taller al que acudieron 20 parejas, en su mayoría conocedores de esa danza argentina.
La clase de dos horas con 20 minutos se realizó el Centro Municipal de Danza. Los participantes pulieron la técnica, mejoraron secuencias y aprendieron a conectarse con el otro, pues en el tango 90 por ciento es pasión y 10% técnica.
Elizabeth Cordone comentó que la sesión fue una aproximación al tango. Debido al nivel de los alumnos, se dividieron en dos grupos: iniciados y avanzados. Los profesores invitados fueron José Luis Zamudio e Indra Deva, procedentes de Ciudad de México.
Rivas explicó que se trabajó en el cambio de dinámicas, diferentes tipos de marcaciones: del torso hasta los brazos, movimientos con giros, zancadas, ganchos y enrosques porque “el nivel de la clase lo pedía”.
A la clase llegaron buenos bailarines, las expectativas fueron altas y se superaron. “Los dos grupos, tanto los iniciados como los avanzados, están satisfechos”, añadió Rivas.
Tanto hombres como mujeres llegaron a la sesión para tomar lo mejor de sus profesores, quienes les pidieron en varias ocasiones tener mucho cuidado al momento de ejecutar los pasos para cuidar a la pareja.
“Es una danza divertida. Hay una idea que el tango es aburrido y dramático cuando también es intenso, un juego”, abundó Elizabeth Cordone.
Sobre la importancia de fluir con la pareja, explicó que la técnica es importante, pero “la esencia de muchos movimientos es la energía y la intencionalidad. Hicimos mucho hincapié en eso”.
La paciencia es otro elemento necesario para dominar el tango, pues la sutileza en la intención y movimientos es muy marcada. “Es una danza popular, no se asusten, cualquiera la puede bailar. Es divertida, mientras más práctica se tenga más llevadero será nuestro tango”.
También se requiere de conciencia corporal, saber de los pesos, energía, cambio de dinámicas, estar permeable a esa sensación.
La conciencia corporal consiste en saber en dónde está mi eje, mis fortalezas, cuál será mi motor de movimiento, la postura, qué van a relajar y que van reforzar, explicó Elizabeth Cordone.
Para el hombre es necesario sentir el cuerpo de la mujer, para protegerla y guiarla. También es necesario tener buena postura, pues en la vida cotidiana “tenemos muy mala postura, nos paramos mal”, comentó Rivas, quién consideró que todas las danzas ayudan a mejorar la postura, flexibilidad y fuerza.
Durante la sesión, los alumnos bailaron al ritmo de Carlos di Sarli “El señor del tango” y Juan D’Arienzo “El rey del compás”, porque es un repertorio suave, melódico y que no se necesita seguir un ritmo.
Algunas alumnas calificaron la clase de fascinante, pues el tango es un universo por explorar y mucho por aprender.
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