Mérida, Yucatán, 26 de diciembre de 2022.-Cada fin de año, desde hace más de 30 años, un grupo de amigos que comparten su gusto por la gastronomía yucateca y por la historia de nuestra ciudad capital, comenzaron una tradición que, tras 3 décadas, continúa vigente: El Desayuno de Amigos de Jorge Carlos Ramírez Marín.
En esta ocasión, la primera parada fue en El Pavo Feliz, ubicado en el interior del Bazar García Rejón en el corazón de Mérida, donde el grupo de amigos disfrutó de diversas delicias como salbutes de relleno negro, tacos de carne asada, de pezuñas rebosadas o una torta de mariscos, entre otros guisos.
Al término del desayuno, Ramírez Marín e invitados se trasladaron hasta el Parque de las Américas, donde se pudo hacer un viaje en la historia, no solo de este emblemático sitio de la ciudad, sino de la colonia donde se encuentra, la García Ginerés
“Este es un encuentro de amigos que con el pasar de los años se volvió una verdadera tradición, nos une no solo los lazos de la amistad, sino esa pasión por Mérida y su historia”, aseguró el Senador yucateco.
“El parque de Las Américas es una joya olvidada, venimos hasta acá para recordar su historia y no creímos encontrar una situación de deterioro que hace contraste con la inversión que hay en los adornos por las fiestas”, agregó.
En voz del arquitecto, Marco Díaz Güemes, los presentes conocieron el origen de esta colonia que nació con la intención de que sea una mezcla perfecta de lo mejor de la ciudad con lo mejor del campo, es por ello que, las casas de esta zona cuentan con grandes terrenos, pues la idea es que los propietarios tuvieran espacio suficiente para hacer sus propias cosechas.
“La colonia García Ginerés responde a la necesidad de Mérida de crecer fuera de las murallas que la comprendían, como un ensanche de la ciudad”, relató el arquitecto.
“El nombre de la colonia se debe a su promotor y desarrollador Joaquín García Ginerés, quien después de vivir en Barcelona, migró a Cuba y posteriormente vino a vivir a Mérida y
fue el encargado de desarrollar lo que hoy conocemos como la colonia con su nombre”, indicó Díaz Güemes.
En un recorrido por las veredas del parque se pudo constatar que, algunas de las zonas, edificios, esculturas y, en general, la infraestructura del lugar tiene muestras claras de no haber sido intervenida o tomada en cuenta por las últimas administraciones, dejando en el olvido su gran valor.
“Así como me encanta mi ciudad, me entristece su abandono” finalizó el legislador.
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