• Incrementará el intercambio comercial, la actividad turística y logística de los estados por donde pasará la ruta.
• Es una gran oportunidad de negocio para atraer inversiones nacionales y extranjeras.
La realización del Tren Maya, que unirá a los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas, sería el detonante para que la economía del sureste se dinamice y para incrementar el intercambio comercial regional, y las exportaciones por donde pasará la ruta, que será de servicio turístico, comercial y de transporte en general.
El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), José Manuel López Campos, señaló que se espera que ese plan se concrete luego de que en días pasados se cumplió el requisito de la consulta en los estados involucrados.
“Los empresarios esperamos que el Tren Maya se convierta en un detonante no sólo del turismo, y que pueda facilitar los procesos de transportación de pasajeros y de carga, sino que sea un ordenador del territorio en los cinco estados con conexión al trayecto ferroviario”, anotó.
Por ello, pidió ver el lado positivo del proyecto, por lo cual desde la iniciativa privada se defendió la obra, que el propio Ejecutivo Federal se comprometió a hacerla una realidad.
Puntualizó: “Un aspecto más que generará condiciones más favorables para los cinco estados, es que el Tren Maya será un reordenador territorial de las vocaciones productivas orientadas a una mayor competitividad, y que se reflejará en un mayor desarrollo regional y generación de empleo que arraigue a los pobladores de las localidades en la ruta”.
López Campos exhortó a los empresarios mexicanos para que aprovechen las oportunidades de negocio que representa el Tren Maya y su conexión con la Riviera Maya, cuya zona turística de Quintana Roo, es un mercado que tiene un valor en insumos de más de cinco mil millones de dólares al año, y en donde las empresas regionales tienen una participación mínima.
Resaltó que en Quintana Roo hay más de mil 431 centros de hospedaje, con una oferta de 113 mil habitaciones, además de 30 mil restaurantes y dos mil 800 establecimientos de recreación y entretenimiento que representan un gran potencial de negocios por la alta demanda de proveeduría.
Anotó que esa necesidad de proveeduría en la zona hotelera de la Riviera Maya y Cancún es la mayor demandante en el país de productos comestibles y textiles, que son adquiridos en otros estados de la república, así como también en otros países, cuando en el sureste se pueden proveer esos insumos en menor tiempo, con la misma calidad y más económicos.
