Tras brote de cártel en Michoacán, ‘nada de qué preocuparse’: Aureoles

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CIUDAD DE MÉXICO. A una semana de que el papa Francisco visite Michoacán y de que este fin de semana brotó un nuevo cártel (‘La Nueva Familia’) en ese estado, el gobernador Silvano Aureoles Conejodeclaró que “no hay absolutamente nada de qué preocuparse”.

Luego de que aparecieron dos mantas con mensajes en Lázaro Cárdenas y en la región de Zamora, que indican el surgimiento del nuevo grupo delictivo, el mandatario estatal restó importancia al hecho.

«Los expertos dicen que cuando empiezan a aparecer este tipo de eventos sólo reflejan la debilidad y lo que se ha reducido algún grupo de estos, pero lo más importante es que en cuanto sucedieron los hechos, que aparecieron esas famosas mantas, fueron detenidos los que las colocaron y estamos ya procesando la información para ver quiénes son los que están atrás o si solamente es alguna bromita o alguna intención de llamar la atención, pero nada de qué preocuparse, absolutamente nada. Lo importante es que tenemos la capacidad de actuar de inmediato y ubicar de qué se trata”, dijo.

En entrevista con Adela Micha en Grupo Imagen Multimedia, Aureoles Conejo mencionó que, en materia de seguridad en su estado, “los delitos que mayormente se presentan vamos a la baja, por debajo de la media nacional”.

«En todos los frentes las cosas ahí van; no canto victoria ni echo campanas al vuelo”, sostuvo el mandatario.

Dijo que la presencia del papa Francisco “es muy significativa para el estado; ayuda mucho a Michoacán”.

Señaló que está todo listo para recibirlo el día 16 de febrero y que se esperan un millón y medio de visitantes en Morelia, donde el pontífice sostendrá varias reuniones con los michoacanos.

“Estoy contento por la visita. Nos alegra mucho tener un visitante tan distinguido (…) Es un momento histórico que nos genera un ambiente favorable”, señaló.

Explicó que para recibir al jefe de la Iglesia Católica hay un protocolo muy estricto de seguridad implementado por el Estado Mayor Presidencial y por la seguridad del Vaticano, respaldado por las fuerzas estatales.