The Norwegian Seafood Council te explica 5 sencillos pasos para aprender a desalar el bacalao
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La salazón es un método muy común para conservar muchos alimentos. Consiste en cubrirlos con suficiente sal para que ésta penetre bien. La sal absorbe la humedad y produce una cierta deshidratación de los alimentos, evitando así el crecimiento de bacterias y microorganismos. Como probablemente hayas escuchado, uno de los productos más comunes que se conservan en sal es el bacalao.
La salazón del bacalao es una técnica milenaria que se inventó para conservar el pescado durante meses en los barcos vikingos, ya que era y sigue siendo considerado como un súper alimento por todas sus propiedades nutricionales. El bacalao salado permitía que los navegantes no murieran de inanición en los duros inviernos durante sus largas travesías marítimas en donde difícilmente encontrarían otro tipo de comida debido a las bajas temperaturas. Por otro lado, el proceso de salazón es una manera muy sustentable y saludable en cuanto a la conservación de alimentos. La salazón hace que no sea necesario añadir químicos o aditivos que puedan ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente.
En el siguiente artículo The Norwegian Seafood Council te muestra los pasos necesarios para desalar el bacalao y que esté listo para cocinarse.
Recuerda que hay dos factores que debes tener en cuenta, la cantidad y la calidad, que son muy importantes. En cuanto a la cantidad, planifica correctamente las porciones que vas a servir a tus invitados. Por otro lado, la calidad es vital para conseguir un platillo exquisito.
Algo imprescindible es que el pescado esté certificado como un auténtico bacalao noruego (realmente marca la diferencia en cuanto a la preparación y el sabor). Desafortunadamente, hoy en día hay lugares que venden pescado que no es auténticamente noruego, así que para asegurarte que esto no te suceda, al comprarlo identifícalo con el sello de “Seafood from Norway”.
Ahora que sabes lo básico, ¿estás preparado para impresionar a tus seres queridos, no solo esta navidad, sino los meses que restan del año, con el auténtico bacalao noruego? ¡A desalar se ha dicho!
Limpia la sal con agua. Los trozos de bacalao están cubiertos de una gran cantidad de sal, por lo que se recomienda, antes de comenzar el proceso de desalado, limpiarlo bajo el agua corriente, frotando con los dedos la capa más externa de la sal del bacalao.
Remoja el bacalao. Llena un recipiente con agua fría. Debe tener tres partes de agua por una de bacalao. Introducir el bacalao en el recipiente y colocar el recipiente en el refrigerador.
Remoja el bacalao por segunda vez. Cuando el bacalao haya estado en remojo durante 12 horas, retira el agua del recipiente. Rellénalo con agua fresca y fría y vuelve a meterlo en el refrigerador durante otras 12 horas. Recuerda que cambiar el agua y el tiempo de remojo son elementos muy importantes.
Repite el proceso de remojo dos veces más. Después de las primeras 24 horas, debes repetir el proceso dos veces más, en total cuatro cambios de agua separados por 12 horas, de esta manera el bacalao estará en remojo un total de 72 horas o tres días. Ojo: si el bacalao es desmenuzado, las primeras 24 horas de remojo deben ser suficientes.
El bacalao debería estar listo. Una vez que hayas terminado con el proceso de desalado, el bacalao estará en perfectas condiciones para ser utilizado en la cocina y podrás disfrutar de su gran sabor.
Por último, puedes elegir múltiples recetas y variedades para cocinarlo, hay muchas y puedes encontrar inspiración de todo el mundo. El bacalao a la vizcaína es un clásico que nunca falla pero siempre se puede explorar un poco y encontrar nuevas recetas según la ocasión y así sorprender a tus invitados. Encuentra algunas ideas de inspiración aquí.