“Cada vez es más frecuente que, ya sea por su profesión o incluso por entretenimiento, acudan personas con síntomas de tendinitis, en especial por el uso constante del teléfono celular o el mouse de computadora”, indicó José Dolores Hernández López, especialista en Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
Realizar cualquier actividad que conlleve efectuar un movimiento repetitivo durante largos periodos, puede ocasionar lesiones que causan mucho dolor, dificultan los movimientos y que a la larga pueden ser incapacitantes.
Una de estas afecciones es la tendinitis, padecimiento que produce inflamación, irritación o hinchazón en los tendones (banda de tejidos o cuerdas fibrosas resistentes que unen a los músculos con los huesos).
Los tendones también transmiten la energía generada por los músculos para ayudar a mover una articulación. Aunque este padecimiento puede ocurrir en cualquier tendón del cuerpo, se presenta con mayor frecuencia en el codo, el hombro, las muñecas, las rodillas y en el tendón de Aquiles.
Los síntomas que presentan las y los pacientes con tendinitis, abarcan: dolores fuertes e incapacitantes en la zona afectada y cerca de una articulación; piel caliente o enrojecida, sensibilidad, así como fatiga aunque se haya descansado.
El especialista del IMSS apuntó que sobrecargas de trabajo con pocos o nulos descansos, posturas incorrectas, la práctica constante de algún deporte, lesiones o traumatismos; así como la edad, ya que el tendón va perdiendo la elasticidad con el paso del tiempo y las enfermedades reumáticas y metabólicas, como la diabetes mellitus, que van desgastando los tejidos, son factores que también pueden influir en la aparición de tendinitis.
Dependiendo de la zona en donde se padece la tendinitis, la lesión recibe un nombre específico: codo de tenista, codo de golfista, tendinitis aquilea, tendinitis de ratón, entre otras.
Una vez diagnosticada la tendinitis, lo más importante es reducir el dolor y la inflamación. Para ello, usualmente la o el médico prescribe reposo o inmovilización de la parte afectada, a través de férulas y aparatos ortopédicos.
De igual forma, la o el especialista puede indicar la aplicación de calor o frío en el área afectada, el uso de antiinflamatorios o incluso puede emplearse el bloqueo con anestésicos y esteroides inyectados directamente en las articulaciones.
En caso de ser necesario, la o el paciente puede ser referido a las áreas de Rehabilitación. Por otro lado, en casos muy extremos, puede llegar a requerirse una cirugía.
El ortopedista del Seguro Social señaló que si en sus jornadas de trabajo realiza algún movimiento repetidamente y llega a presentar algún tipo de dolor en las articulaciones, acuda con su médico en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) correspondiente, quien lo evaluará y, en caso necesario, enviará con especialistas para recibir un tratamiento propio de su afección.
Por último, no se recomienda utilizar ungüentos de libre venta o remedios caseros, pues si la inflamación del tendón persiste, se corre el riesgo de lesiones más severas como la ruptura del mismo.