Cosalá, Sinaloa.- Eran las 08:00 de la mañana del 12 de enero del presente año cuando Mireya Lizbeth Franco Covarrubias, de 14 años de edad, se encontraba en el homenaje a la bandera en la Escuela Telesecundaria donde estudia, en el poblado Chiricahueto, en el municipio de Cosalá.
En ese momento, tres jóvenes armados con pistolas llegaron a la escuela a bordo de una camioneta Ford, Lobo blanca, modelo 2005, se introdujeron al plantel y frente a decenas de alumnos y maestros, privaron de la libertad a Mireya Lizbeth, de quien hasta el momento se desconoce su paradero.
Desde ese día, sus padres se han dado a la tarea de localizarla, pero todos los esfuerzos han sido en vano. La falta de apoyo e interés por parte de las autoridades han hecho que la búsqueda sea infructuosa hasta la fecha.
La frustración e impotencia han acompañado a la familia desde ese 12 de enero, debido a que a pesar de que se han aportado pruebas y testimonios sobre la privación de la libertad de la joven, ninguna autoridad ha realizado alguna diligencia, realizado alguna investigación y mucho menos actuado de ninguna manera.
Uno de los presuntos responsables fue identificado por uno de los testigos que observaron cuando se llevaban a la joven, quien responde al nombre de Cristian Eduardo ‘N’, vecino del poblado Aguacaliente, del citado municipio, donde también reside la joven.
Desde el día de los hechos, Cristian Eduardo no ha vuelto a su domicilio.
A decir de familiares de Mireya Lizbeth, a los ocho días en que desapareció la joven, la camioneta que utilizaron los sujetos para llevarse a la joven fue vista en el domicilio de Cristian Eduardo.
A pesar de que este hecho fue notificado a la Policía, ninguna autoridad realizó alguna diligencia.
Los familiares de la joven incluso interpusieron la formal denuncia ante el representante del Ministerio Público, quien canalizó el expediente al distrito en el puerto de Mazatlán, pero las autoridades de ese lugar regresaron a la familia a que continuara con las diligencias en Cosalá, donde quedaron como empezaron al principio, en cero.
Mencionaron que han acudido en varias ocasiones a la Policía Ministerial en el sierreño municipio y sólo han obtenido caras largas, respuestas negativas y malas atenciones.
Apenas hace unos días, la madre de la joven llamó al comandante de la base de Cosalá, para preguntar si había algún avance sobre la investigación y este le contestó que le habían dicho los papás de Mireya que ya no le moviera nada, cuando era la misma madre la que solicitaba la ayuda.
Ayer, la madre de Mireya Lizbeth se comunicó de nuevo con el comandante asignado a la investigación para solicitarle el número de placas de la camioneta Lobo, y dijo que este le contestó de manera prepotente “No soy niñera de nadie”.
La madre de la joven indicó que existe una gran negligencia por parte de las autoridades, al no realizar la alerta Amber y difundir la información para localizar a su hija.
Ya han pasado 21 días de la desaparición de Mireya y hasta la fecha los familiares no han podido conseguir ninguna información sobre su paradero. Ellos mismos se han dado a la tarea de buscarla en distintos poblados del municipio sierreño y otras comunidades pertenecientes a esta alcaldía.