La senadora Rosa Adriana Díaz Lizama, vicepresidenta de la Cámara Alta, conoció este fin de semana la meliponicultura, gracias a la señora Anselma Chalé Euán, quien encabeza a un grupo de mujeres que produce miel y sus derivados de esta especie de abeja, en la comisaría meridana de Xcunyá.
Durante la visita, la señora Anselma Chalé le explicó a la legisladora federal que la abeja melipona ya era muy apreciada desde la época de los mayas, quienes fueron grandes productores de miel, pero desafortunadamente la especie se encuentra ahora en riesgo.
A diferencia de la api, la melipona no es agresiva: no tiene aguijón y no ataca. Sú unica forma de defenderse es enredándose en el pelo y pellizcando la piel, explicó doña Anselma. Por eso, las colmenas de esta abeja se pueden tener cerca de las casas. Sin embargo, la misma api puede atacar las colmenas y matar a las abejas meliponas.
De acuerdo con la productora, la melipona se aleja hasta 5 kilómetros para recolectar miel, pues prefiere las flores de árboles frutales y palmeras, y cuando se aleja mucho regresa a la colmena hasta el día siguiente. En época de secas, subrayó, cuando no hay floración, la melipona debe ser alimentada con miel, pues no come azúcar.
La senadora notó que en las colmenas había una abeja que resguardaba la entrada y sólo se retiraba para dejar el paso a las recolectores que iban llegando. Lo que pasa es que cada colmena tiene un guardián, que vigila la entrada, indicó doña Anselma. Sólo pueden entrar las abejas que pertenecen a su colmena y nada más, añadió.
Luego de entregarles diversos arbolitos para sembrar, Rosa Adriana Díaz elogió el trabajo de las mujeres. «Les felicito por dos razones: primero, por tener el talento para ser productivas por si mismas, ustedes son tan trabajadoras como sus abejas; y segundo, por mantener viva una antigua costumbre de nuestros antepasados. De verdad que las felicito».
La vicepresidenta de los senadores también expresó su preocupación por el riesgo de las fumigaciones y la deforestación, que afecta a las abejas, y ofreció revisar el tema en el Senado. «Recuerdo que de niña, luego de las lluvias, veíamos volar a las abejas. Hoy ya no las veo», lamentó.
Anselma Chalé indicó que su agrupación, llamada Koolel Kab, produce al año 30 litros de miel de melipona, además de diversas plantas medicinales. También fabrican derivados como cremas, champús y jabones. Koolel Kab cuenta con dos apiarios y su propia tienda de productos. Tiene página de facebook.
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