Sin explicación se detuvo la reparación de cornisas en la central de Abastos.
Sin explicación alguna desde hace un mes se detuvieron los trabajos para reparar techos y cornisas en la central de Abastos.
Sin explicación alguna desde hace un mes se detuvieron los trabajos para reparar techos y cornisas en la central de Abastos.
Mérida, Yucatán 19 de junio 2017.- Locatarios de la Central de Abastos de Mérida, se quejaron de que el Ayuntamiento de Mérida no haya concluido la reparación de las cornisas del lugar, que siguen representando un riesgo para los clientes y para los propios comerciantes que temen que en cualquier momento se pueda desplomar un pedazo de concreto y causar una desgracia.
«El cargador al que hace seis meses le cayó en la cabeza parte de la cornisa, sigue hospitalizado y no queremos que alguien más pueda salir lesionado», dijo la señora Carmen Martínez, quien recordó que hace más de un mes los trabajadores de la comuna no han regresado al lugar.
Por si fuera poco, los robos y la inseguridad tienen contra la pared a locatarios de la Central de Abastos que manifiestan que malvivientes hacen libremente de las suyas en el lugar, asaltando con cuchillo en mano a los comerciantes, que tienen que acceder a sus pretenciones, ya que la policía brilla por su ausencia en horas de la madrugada, entre las dos y tres de la mañana, que es el momento en el que suceden estos desmanes.
Una de las locatarias dijo que hace unos meses, uno de estos sujetos, le robó la batería a un auto y además le rompió el panorámico a otro vehículo.
-«Llamamos para que la policía lo detuviera, y si se lo llevaron, pero resultó que luego lo bajaron en la Avenida Canek, asì es que hasta la fecha nadie pagó el daño”, dijo una de las afectadas quien por obvias razones pide el anonimato.
Como era de esperarse, con el poco apoyo de la Policía, la ola de robos se ha desatado en la Central de abastos de modo que no es raro que algún auto amanezca desvalijado, sin que los vigilantes privados que los locatarios contrataron, dos por nave, puedan hacer frente a los delincuentes y drogadictos, que los superan en número.
Según se comentó, estos grupos de delincuentes se han formado poco a poco por los cargadores que de manera independiente llegan a prestar sus servicios a la central de abastos, la mayoría provienen de estados como Chiapas y Veracruz, que al no tener casa se quedan a dormir en el sitio, donde se ponen a beber al terminar sus labores.
A ellos se suman los vagos y malvivientes de los alrededores, que acuden a buscarlos para tomar o drogarse con los cargadores bajo la sombra de alguno de los árboles del lugar, de modo que después de que ya están ebrios, comienzan los pleitos y los insultos, faltándole al respeto tanto a locatarios como al público en general.
En la central de abastos hay 96 bodegas, mientras que en la llamada nave abierta hay otros 25 locatarios que venden sus productos directo al público.
En cada bodega, laboran como empleados al menos 5 personas de manera fija y con prestaciones, de modo que el lugar es fuente de empleo de más de 500 personas.