“Que ninguna mujer sea revictimizada, que ninguna mujer sea castigada por sobrevivir y resistir al intento de que acaben con su vida”
En el año 2019, una mujer de nombre Alina Narciso, fue procesada y enviada a prisión por defenderse de su agresor en un eventual hecho de feminicidio.
Alina, agente policial de profesión, resistió los golpes y la violencia extrema para salvar su vida.
En un acto de supervivencia desarmó a su agresor quien también era un agente policial y le disparó privándolo de la vida.
Las autoridades pidieron la pena de 60 años por homicidio doloso, y la jurisdicción le impuso a Alina una condena de 45 años por este hecho.
A partir de ello, diversos colectivos en su tierra natal Baja California y a nivel nacional alzaron la voz para que se hiciera justicia y se liberara a Alina.
El argumento era claro, Alina actúo en defensa propia, es decir, era evidente que al repeler la agresión inminente en su persona se actualizó la legítima defensa.
Sin embargo, las autoridades aplicaron la letra de la ley sin considerar aspectos innovadores en materia de perspectiva de género.
Esto trajo como consecuencia que Alina pasara más de 3 años presa hasta que finalmente fuera liberada en mayo de este año.
Los argumentos se sustentaron en una valoración adecuada que fue pasada por alto al momento de juzgar con perspectiva de género, pero se hizo patente que los supuestos de la legítima defensa debían ser actualizados para evitar casos similares.
Toma relevancia que el tribunal de alzada que la liberó, también ordenó al juez de origen tomar actualizaciones en materia de perspectiva de género para evitar futuros agravios en casos similares.
Por tanto, la frase con la que he iniciado mi intervención representa el espíritu y los motivos por los cuales propongo una reforma al Código Penal del Estado de Yucatán en materia de la actuación de las autoridades respecto a la legítima defensa.
La reforma impacta los artículos 21 y 22 del Código Penal, y se inserta de manera clara la referencia a la perspectiva de género y a la obligación de las autoridades investigadoras y jurisdiccionales para presumir la legítima defensa en casos donde la víctima repela agresiones de violencia física, sexual o intento de feminicidio.
La reforma a nuestro código se equiparará a la denominada “Ley Alina” que el Congreso de Baja California ha aprobado recientemente para evitar que se cometan actos de revictimización cuando una mujer por cualquier medio logra salvar su vida mediante la legítima defensa.
La reforma no solo se sustenta en una actualización a dicha figura, sino que también atiende recomendaciones internacionales de la OEA y la Convención BELEM DO PARÁ y su mecanismo de implementación en las américas.
Cabe señalar que, en los estudios de la citada instancia internacional, el grupo de expertas, identificó problemáticas de corte jurídica hasta estereotipos que anulan de facto la imparcialidad al juzgar casos como el de Alina.
Asimismo, el cambio normativo propuesto se fundamenta en recientes criterios aislados de los tribunales colegiados en los cuales se ponderan las circunstancias a las cuales son sometidas las mujeres que alcanzan a defenderse y repelen agresiones por cualquier medio.
La reforma simboliza un avance en la garantía de la legítima defensa en casos de violencia extrema en agravio de la mujer, sus hijos o familia; se trata imprimir modernidad a ley penal en aras de evitar impunidad en casos donde la mujer o su defensor evitan el daño a bienes jurídicos protegidos, tal como la vida.
El caso Alina es un tema paradigmático que viene a reforzar las políticas públicas en todo México; a la fecha ya existen iniciativas en las cámaras del Congreso de la Unión para modificar el código penal federal en el tema.
Como se ve, el Congreso del Estado de Yucatán estaría entrando de lleno a este impulso por llevar a buen puerto los postulados y las bases para prevenir, sancionar y erradicar la violencia institucional hacia la mujer por estereotipos que pudieran agraviar a mujeres sobrevivientes de agresiones familiares, sexuales y de intento de feminicidio.
Estoy convencida que esta mayoría de mujeres y hombres comprometidos con las causas sensibles de las mujeres podemos lograr cambios sustanciales para prevenir tratos revictimizantes; modernizar el marco legal yucateco y de nueva cuenta ser referentes nacionales en temas legislativos de avanzada.
Hago entrega de la iniciativa en versión impresa y digital. Agradezco su atención, muchas gracias.
Es cuánto.