Las dislipidemias son un conjunto de enfermedades que se caracterizan por niveles elevados de triglicéridos y colesterol; se presentan debido a la acumulación de grasa dentro de las arterias, la cual es responsable de la complicación de padecimientos, como la diabetes, hipertensión arterial y trastorno vascular-cerebral, mismas que ocupan los primeros lugares de mortalidad en México.
Alonso Sansores Río, titular de la Jefatura de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, explicó que si la persona padece de niveles altos de colesterol y triglicéridos debe acudir a Unidad de Medicina Familiar (UMF), para realizar su historial clínico y de esta forma proporcionarle el mejor tratamiento, según las características del padecimiento.
Las edades en las que se presentan las dislipidemias son, en su mayoría, entre los 40 y 70 años de edad; sin embargo, a últimas fechas se ha observado que personas más jóvenes, incluso entre los 20 y 30 años de edad, las padecen; afectan más a hombres que a mujeres en proporción de cuatro a uno, por lo que al comenzar la edad adulta se deben realizar periódicamente exámenes médicos.
“Las personas que han presentado colesterol o triglicéridos altos en sus exámenes de laboratorio deben adoptar un estilo de vida saludable: alimentarse adecuadamente, dejar de fumar y reducir el consumo de bebidas alcohólicas; el ejercicio debe practicarse de manera regular y bajo las recomendaciones de su médico”, explicó el especialista del IMSS.
La alimentación es sumamente importante, por lo que se exhorta a consultar con la o el especialista en Nutrición, ya que los planes de alimentación deben aportar la cantidad de calorías necesarias para mantener el peso ideal de cada paciente.
Entre las recomendaciones generales en la alimentación para que disminuyan los valores del colesterol y los triglicéridos, debe disminuir las porciones de grasa saturada que se encuentran en huevos, mantequilla, manteca, entre otros; además de preferir alimentos bajos en grasa, así como los cocidos, horneados o preparados al vapor, en lugar de capeados, empanizados o fritos; además de disminuir el consumo de sal.
Es importante que la o el derechohabiente no olvide realizarse los chequeos que indique el médico familiar de su clínica de adscripción; ya que conocer y controlar el nivel de colesterol y triglicéridos sirve para determinar cuánta grasa hay en la sangre y qué tan peligrosa puede ser para la salud.
Si lo desea, puede acudir a su UMF para solicitar un pase a nutrición, en donde le darán una dieta balanceada de acuerdo a sus propias necesidades.