Ramón Valdés, ejemplo de que los sueños sí se cumplen
El autor comparte en la FILEY los obstáculos que sorteó antes de publicar “Flor Negra. El Címbalo de Oro”.
El autor comparte en la FILEY los obstáculos que sorteó antes de publicar “Flor Negra. El Címbalo de Oro”.
Mérida, Yucatán a 18 de marzo de 2016.- Ante la presencia de un centenar de personas, en su mayoría jóvenes estudiantes que se encontraban en la FILEY como parte de sus visitas escolares del jueves por la tarde, Ramón Valdés Elizondo presentó su libro “Flor Negra. El Címbalo de Oro”, y compartió los elementos que componen su obra y que la hacen diferente de otros libros del género fantástico.
El escritor, radicado en Mérida, calificó su libro como “un viaje único” que narra la historia del hechicero Ajbeh y la joven Nicté, y que rompe con los elementos comunes de las historias fantásticas pues está impregnado el ambiente medieval lleno de caballeros, princesas y dragones.
“El texto es una irreverencia, se niega a seguir el modelo de normas impuestas por la literatura anglosajona. Nosotros en Latinoamérica no tenemos que estar copiando lo que hacen los europeos y podemos generar literatura fantástica de alto nivel”, comentó.
El autor comparó diversos personajes fantásticcos como los brujos, hombres lobo, zombis y hasta unicornios, con su equivalente en los mitos y leyendas del Mayab. Incluso, dijo que muchos de éstos ya existían desde tiempo atrás en el mundo maya como el Itzam Can Aín o El Horror de Oxkintok, quien pervertía las mentes de los hombres al igual Cthulhu, creado por el escritor H.P. Lovecraft, reconocido en el género de terror, 400 años después.
Ramón compartió que “Flor Negra. El Címbalo de Oro”, también es novela cultural que nos enseña acerca de nuestras propias raíces y nuestra mitología.
Dijo que el desarrollo de ésta novela le llevó cuatro años, y que el trabajo en toda la trilogía conformada por los libros “El Rey Adivino” y “La Hija de la Noche”, ésta última aún por publicarse, sumaron seis años.
El también pintor compartió con los estudiantes que antes de cumplir el sueño de publicar su primer libro, tuvo que realizar una tarea de investigación de muchos años y recibió 38 rechazos editoriales, por lo que alentó a los jóvenes a no dejar de luchar por los sueños.