Alfredo Ávila Rueda, del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, aseguró que la bandera nacional representa ‘un sentimiento de unidad impresionante’ entre los mexicanos
El especialista Alfredo Ávila Rueda, del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que la bandera nacional representa “un sentimiento de unidad impresionante” entre los mexicanos.
Destacó que el blanco representa la religión; el verde, la independencia, y el rojo, la unión; al mismo tiempo estos colores simbolizan las tres garantías del Plan de Iguala, que significó el avance de un proceso cuyo fin último era la independencia del país.
Entonces el sentimiento de unidad era impresionante y eso lo representa la bandera”, afirmó Alfredo Ávila Rueda, de acuerdo a un comunicado de la máxima casa de estudios.
Recordó que su escudo se inspira en la leyenda de la fundación de México-Tenochtitlán, cuando los mexicas, guiados por el dios Huitzilopochtli, encontraron su hogar en el sitio donde hallaron a un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente.
Junto con el escudo y el himno nacional, nuestra bandera constituye los tres símbolos patrios”, destacó.
El especialista, abundó que todos los símbolos expresan algo: un evento, una reflexión, una frase.
En el caso de los símbolos patrios nacionales, aunque son atractivos y parte fundamental de la identidad del país, “a veces olvidamos su significado”, indicó Ávila Rueda, a propósito del Día de la Bandera, que se conmemora este 24 de febrero.
La fábrica de vestuario y equipo de la Secretaría de la Defensa Nacional elabora las banderas nacionales desde las de escritorio, oficina, las de guerra o escolta y hasta las banderas monumentales que ondean en toda la República Mexicana.
Hasta hoy son 72 banderas monumentales que custodia y tiene bajo su resguardo la Sedena cuya altura varía desde los 50 metros como la que está en el Zócalo de la Ciudad de México.
La más alta de las astas banderas tiene 120 metros y fue construida para un lábaro patrio de 60 metros de ancho en Piedras Negras, Coahuila.
Las banderas monumentales tienen su origen desde mediados de los años 90 y hoy representan parte de la imagen nacional.
La elaboración de bandera monumentales cuenta con tres pasos básicos en la industria, el primero de ellos es el teñido, acabado y estampado de los lienzos tricolores donde se da a la tela el tono exacto de los tres colores patrios.
El segundo de los pasos es la confección de los lienzos que es a través del ensamble en tiras de hasta 38 metros por un ancho de 1.50 hasta formar banderas que podrían tener dimensiones de 55 por 31 metros como la que hasta hoy es la segunda más grande de todo el país ubicada en el cerro del Tehuehue en Iguala, Guerrero, en un asta de 110 metros de altura.
El tercero de los procesos es el ensamble y estampado del escudo nacional así como su revisión de calidad para que estas se mantengan a todo su esplendor durante por lo menos seis meses.
Las telas que se utilizan para las banderas monumentales reciben el nombre de Ripstop diamante, están elaboradas con nylon y después reciben tratamiento repelente al agua para evitar que el peso y el ondeo que provoca el viento las rompa.
Además, el tejido de esta tela tiene refuerzos en forma de cuadros y diamantes de alrededor de cinco milímetros, lo que impide el desgarre del lienzo aun cuando este pudiera estar perforado.
La durabilidad de las banderas varía entre seis meses y tres años en condiciones dignas de uso y sostuvo que el clima y condiciones ambientales.
Las tres banderas monumentales de mayor dimensión
Otras banderas que ondean en un asta de 100 metros están en Monterrey, Nuevo León; en Tijuana, Baja California, que fue la primera que se colocó; en Ensenada, Baja California; en Ciudad Juárez, Chihuahua. Otras se encuentran en Nuevo Laredo; Tamaulipas; Dolores Hidalgo, Guanajuato; San Luis Potosí, así como en la Ciudad de México.
Una de las características de las banderas monumentales es que los escudos son elaborados a mano por militares, para esto, primero se calca el escudo y luego con brochas se le da color utilizando 11 tonos diferentes y otras cinco tintas para el proceso de sombreado. La elaboración de una cara de lienzo dura tres días.
jcp