Prueban con éxito fármacos mexicanos que combaten la enfermedad de transmisión sexual más común del mundo
Los desarrollan científicos de IPN, CINVESTAV, y la UAM; están en proceso de patente
Los desarrollan científicos de IPN, CINVESTAV, y la UAM; están en proceso de patente
La Tricomoniasis es una de las enfermedades no virales de transmisión sexual más silenciosas y comunes a nivel global que cada año afecta a 270 millones de personas en el mundo. Desde los años 60 del siglo pasado a la fecha, su sintomatología ha sido tratada con el fármaco metronidazol; sin embargo, entre un cinco y un 20 por ciento de los pacientes que han sido medicados con este fármaco han manifestado efectos secundarios indeseables y no han resuelto su infección.
Ante ello, investigadores de diferentes Instituciones de Educación Superior Mexicanas colaboraron en el desarrollo de dos nuevos fármacos, mismos que al momento de haber sido sometidos a experimentación en un lapso de 48 horas mataron al parásitoTrichomonas vaginalis, que es el generador del padecimiento.
La profesora de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Claudia Guadalupe Benítez Cardoza, explicó que durante la investigación realizada desde finales del año 2011, primeramente se realizó una búsqueda entre millones de compuestos sintetizados anteriormente por empresas químicas.
Posteriormente se hizo un análisis que consistió en generar 100 millones de simulaciones computacionales de las reacciones provocadas por la interacción molecular entre los fármacos elegidos y la enzima diana, la cual es una molécula o proteína sobre la que el medicamento actúa. Cabe mencionar que la identificación de una diana terapéutica es el primer paso para el desarrollo de una medicina.
En base a la reacción de la unión de dichos compuestos se seleccionaron aquellos que con mayor probabilidad pudieran interactuar con la enzima diana, de esta manera se eligieron 41, mismos que se probaron también con cultivos de Trichomonas vaginalis. Finalmente fue posible la elección de dos, que provocaron la pérdida de la viabilidad del cultivo y la inhibición del patógeno que provoca el padecimiento, agregó la doctora en química Claudia Benítez.
Después, estas sustancias se sometieron a análisis de toxicidad para comprobar que no tuviera los efectos secundarios parecidos al metronidazol. Se constató que estos compuestos tienen un alto potencial para ser usados como fármacos, ya que no son tóxicos, ni mutagénicos, es decir, no provocan mutaciones en el ADN, ni a las células del ser humano, incluso las pruebas realizadas con mamíferos desde el punto de vista toxicológico arrojan que son adecuados para su posible uso en personas.
El desarrollo se ha realizado gracias a la investigación de José Luis Vique Sánchez, quien realizó su tesis de maestría y doctorado acerca de este proyecto, y posteriormente colaboró con los doctores Claudia Guadalupe Benítez Cardoza, Cynthia Ordaz Pichardo y Jorge Cornejo Garrido, pertenecientes al IPN, Rossana Arroyo Verástegui y Luis Brieba de Castro del CINVESTAV, Arturo Rojo Domínguez y Ponciano García Gutiérrez de la UAM.
Estos fármacos alopáticos están en proceso de patente, por ello aún no se da a conocer el nombre de las sustancias. Se han realizado estudios de mercado y se estimó que el tratamiento completo será accesible.
El padecimiento de tricomoniasis puede causar irritación, comezón y flujo mal oliente, e incluso provocar infertilidad. La enfermedad no es mortal; sin embargo, predispone a adquirir otras enfermedades de transmisión sexual, por ejemplo las causadas por los virus del SIDA y del papiloma humano. Cabe señalar que los síntomas se presentan con mayor frecuencia en mujeres y que la única manera de saber si se padece o no es acudiendo a servicios de salud y hacer análisis para encontrar la enfermedad, ya que es común la confusión con otros padecimientos. (Agencia ID)