MÉRIDA YUC., A 8 DE JUNIO DE 2019
Compañeras y compañeros de partido,
Representantes de los medios de comunicación,
Amigas y Amigos todos:
Agradezco su presencia en este acto, que es más que una ceremonia protocolaria, porque representa la consolidación de un compromiso de su amigo Francisco Torres Rivas y de nuestra amiga Lila Frías Castillo en la dirigencia estatal de nuestro partido.
Pero sobre todo representa el punto de partida de una transformación urgente para que el PRI recupere la cercanía con la gente, la confianza del pueblo y el lugar que le corresponde en la toma de decisiones del Estado de Yucatán.
Yucatán siempre ha destacado en el quehacer político nacional porque históricamente los yucatecos nos hemos atrevido a hacer las cosas de forma distinta, innovamos y sobre todo revolucionamos.
Aquí se postuló y eligió a la primera regidora de la historia mexicana, a las primeras diputadas; aquí nos adelantamos con leyes vanguardistas en los temas sociales y de derechos civiles y realizamos los primeros congresos feministas y obreros del país.
En el PRI somos herederos de una gran tradición revolucionaria y no se nos debe olvidar. Son nuestras raíces.
Partimos del gran pacto social del Partido Socialista del Sureste fundado por Salvador Alvarado y llevado a sus máximos perfiles por Felipe Carrillo Puerto.
En Yucatán somos distintos porque nuestra sociedad no rehúye a la participación, al contrario: tenemos una sociedad enterada, plural y crítica, pero sobre todo con un alto sentido de la responsabilidad cívica que se ratifica con grandes índices de votación en cada elección constitucional.
Esto es especialmente importante porque actualmente vivimos en el mundo y en México un desencanto de la sociedad hacia ciertas formas de hacer política.
La gente se cansó de un sistema que dejó de responder a las demandas sociales por apatía, por soberbia, incluso por insensibilidad.
Los resultados los sabemos todos.
Dejamos de ser opción para un gran número de ciudadanos, es algo que debemos reconocer con sinceridad y afrontar con determinación si queremos dar viabilidad y futuro al PRI, a los priistas, a Yucatán y a México.
Primero, les diré cómo trabajaremos políticamente en esta nueva dirigencia estatal, que hoy asumo con el gusto y orgullo de ser priista.
Una dirigencia que surgió de un proceso en el cual los militantes tuvieron voz y voto para elegir y, por lo tanto, tendrán voz y voto para exigir resultados.
Todos contamos para el partido.
NO habrá exceso de confianza, ni se tomarán los asuntos y a las personas a la ligera.
Queremos un PRI Yucatán que escuche y atienda las demandas y opiniones de la militancia.
NO tomaremos decisiones cupulares.
El partido nos necesita en la batalla, y la batalla es en la calle, en los seccionales y en cada rincón de Yucatán.
NO seremos una dirigencia encapsulada en las oficinas y menos en simulaciones.
Ustedes me conocen, me formé en la escuela política del priismo de base, tocando puertas, caminando en las calles, colonias, fraccionamientos, en la ciudad y en el campo.
Soy un priista de convicción, no de ocasión.
Así somos los priistas de territorio, y así trabajará el Comité Directivo Estatal: saliendo al encuentro del priismo para fortalecerlo y contagiar a todos los militantes del ánimo positivo que nos llevará al triunfo.
Desde hoy les digo: vamos por la victoria, para ratificar triunfos y para recuperar lo que transitoriamente hemos perdido.
Estoy convencido de que Yucatán es priista y vamos a demostrarlo.
La dirigencia que encabezo surge de un proceso democrático, libre y abierto.
Por primera vez se dio una competencia real, y los priistas elegimos entre dos plataformas políticas con argumentos y propuestas propias.
La democracia interna ya es una realidad en el PRI Yucatán.
Y nos ha dejado aprendizajes y un pendiente:
Del proceso interno estatal hemos aprendido que en el PRI hay mucha responsabilidad política al obtener el triunfo y debe haber mucha madurez política para aceptar los resultados.
En la contienda interna también se manifestó una necesidad urgente de atender de forma efectiva y real, la justa demanda de los priistas del interior del estado, y es mi compromiso y voluntad darles el lugar que ameritan en la toma de decisiones para el futuro del partido.
También debemos dar certeza a los procedimientos para las consultas internas, sobre todo en lo relativo al padrón de la militancia.
Es prioritario, y esta dirigencia así lo exigirá a las instancias nacionales, contar con un padrón que no excluya a nadie y cierre el paso a cualquier sombra de duda sobre el priismo real.
Para la recuperación del partido necesitamos de todas, de todos los priistas.
En nuestro origen encontraremos las respuestas para los retos de nuestro futuro.
Es una tarea compleja, pero no nos asusta, porque sé que contaremos con el respaldo de destacados cuadros militantes que han tenido carreras sobresalientes en el servicio público, en el Poder Ejecutivo, en el Legislativo y en el Judicial, en la academia y en la empresa, a nivel municipal, estatal, nacional e internacional.
Procuraremos un trabajo coordinado con nuestras autoridades municipales, con las legisladoras y los legisladores locales y federales, para sumar esfuerzos en la búsqueda de beneficios para Yucatán, y en la recuperación de nuestro partido desde la militancia.
Como oposición, que quede claro: en el PRI Yucatán ejerceremos con toda responsabilidad y coherencia la representación de nuestra militancia en cada expresión, en cada acción frente a las autoridades emanadas de otras fuerzas políticas.
Estaremos a la altura del compromiso adquirido con nuestra militancia y de las demandas de la sociedad yucateca.
Ante un gobierno federal demagogo que destruye y no transforma.
Ante un gobierno estatal conservador, que es apático e insensible a las legítimas demandas sociales:
Ante ellos, señalaremos los errores, excesos, ocurrencias, pero también sabremos dialogar y hacer alianzas en todo lo que sea de beneficio para Yucatán y su gente.
Ofrecemos y esperamos respeto.
No aceptaremos tratos bajo el agua ni sumisión.
Que no se confundan: amabilidad no significa debilidad.
***
Amigas y amigos:
Reflexionar sobre el estado actual de nuestro partido también nos exige abrirnos a las causas de la sociedad.
Causas como la igualdad de la participación de la mujer en la vida social, económica y política, así como la diversidad social.
Causas como el medio ambiente, el crecimiento sustentable, y la lucha permanente por empleos mejor remunerados, y especialmente mejores oportunidades para los jóvenes.
Y, de cara al siglo XXI, con grandes retos en servicios de salud y educación de calidad, innovación, el buen gobierno y el combate a la corrupción.
Iniciemos juntos un proceso de profunda recuperación de nuestro partido, con la confianza de contar con la mejor militancia, con una reflexión profunda sobre nuestro contenido ideológico, y con el respaldo de los más valiosos cuadros en las mujeres y los hombres que han hecho importantes aportaciones para Yucatán.
Como lo decía don Jesús Reyes Heroles, el gran ideólogo del PRI: “En política lo importante es convencer, persuadir, no improvisar”
Tenemos bases para hacerlo: en nuestro partido, con sus sectores, convergen la lucha campesina y obrera, la participación feminista y la organización popular.
En nuestro partido están los jóvenes, los profesionistas y los empresarios; somos definitivamente el partido que más se parece a Yucatán.
Estemos orgullosos de nuestros logros: de las escuelas y las universidades públicas, de los servicios de salud, de la defensa de los derechos laborales y sindicales.
De las instituciones que nos hacen atractivos para la inversión, preparados para el desarrollo tecnológico y, sobre todo, que nos permiten vivir seguros en nuestro estado.
Estemos orgullosos de todo lo que el PRI ha hecho bien por Yucatán.
***
Vivimos tiempos de gran complejidad política, de carencias y dificultades, es cierto.
Pero no es un escenario nuevo ni desconocido para nosotros.
Así vivimos los priistas de Yucatán a partir de los años 2000 y 2001, cuando por primera vez perdimos la presidencia de la República y el gobierno del Estado.
Hubo quienes dijeron que no nos íbamos a recuperar.
Y un gran llamado al trabajo y a la unidad nos hizo volver en el 2007: Sí se puede.
***
Compañeras, compañeros priistas:
Quisiera que hoy tengamos claro lo que significa la unidad:
Para mí, estar unidos significa tener un propósito común.
Vivimos en una sociedad en la que cada quien tiene diferentes opiniones, y tiene derecho a expresarlas.
Nuestro partido tiene que ser así: en las diferencias, en las múltiples visiones, los priistas debemos encontrar nuestros puntos en común y defenderlos.
Estemos abiertos al diálogo y a las diversas posturas, para reconciliarnos en la unidad.
Porque, se los aseguro, para el 2021 y 2024 vamos a construir las futuras victorias del partido con todos, porque la dirigencia no va a querer amigas y amigos candidatos: va a querer compañeros y compañeras de partido que ganen las elecciones.
Y hagámoslo valer desde hoy: de verdad, salgamos convencidos del orgullo de ser priistas.
Encontremos en nuestra historia los argumentos y las herramientas para ser nuevamente el PRI victorioso.
Salgamos caminando siempre juntos, dirigencia y militancia, desde la Casa del Pueblo hasta el último rincón de Yucatán.
Ahí está el origen del PRI, y ahí está la victoria del PRI.
Así como la historia reconoce que en junio de 1910, desde Valladolid, Yucatán, inició la primera chispa que prendió en todo el país la Revolución Mexicana.
Este junio de 2019 retomemos nuestro origen y vocación revolucionarios y encendamos desde Yucatán la chispa que prenda en todo México la reivindicación de la política, y una nueva Revolución dentro del PRI.
Vamos con todo!
Hagamos Historia!
Que viva el PRI!
Que viva Yucatán!
Que viva México!
Muchas gracias.