Por segunda ocasión, extraen medidores de luz dentro de cenote Yucateco

La contaminación que ocasiona la basura tecnológica puede afectar la salud humana, flora y fauna por residuos peligrosos

Espeleólogos y buzos de Yucatán recolectaron por segunda ocasión medidores de luz, dentro del cenote “Chen-Há”, en el municipio de Kopomá, a 45 minutos de Mérida, la primera inmersión ocurrió en diciembre de 2020.

“Logramos recolectar 212, pero quedan de verdad cientos debajo de la gruesa capa de sedimentos, que tanta contaminación está produciendo, la verdad es imposible saberlo”, dijo Sergio Grosjean, buzo y espeleólogo profesional.

En esta segunda inmersión recolectaron decenas de medidores de luz que fueron lanzados a este cuerpo de agua y que aún quedan cientos enterrados bajo el sedimento.

“La vez pasada extrajimos en diciembre, el 04 de diciembre para ser más preciso, 117 medidores, ahora fueron 95 medidores, es decir, un total de 212, pero lo más grave es que quedan cientos abajo, cuantos, no lo sabemos”, afirmó.

El cenote tiene 85 metros de diámetro, la profundidad máxima es de 27 metros y los medidores estaban a 15 metros enterrados por el paso del tiempo.

“Con el detector de metales logramos identificar, sacar, muchas veces la mano del buzo no llegaba hasta el fondo donde se encontraban muchos medidores. Estamos hablando de medidores que tienen 30, 40 y 50 años”. Sergio Grosjean. buzo y espeleólogo profesional.

Uno de los medidores hallados, está solidificado, tiene cuando menos 40 años de antigüedad, es rectangular, los actuales son cilíndricos.

Es un medidor industrial que fue sacado con una cuerda y está todavía unido al poste de madera que lo sostenía.

Investigadores y autoridades de Yucatán señalan que la contaminación que ocasiona la basura tecnológica puede afectar la salud humana, flora y fauna por residuos peligrosos como cobre, plomo y mercurio, entre otros.

“Es un hecho desafortunado, por su puesto, esto sucede muchas veces por la falta de conciencia entre los habitantes de las comunidades. Resulta fácil y común tirar todo tipo de basura y residuos en estos cuerpos de agua”, refirió Sayda Rodríguez, secretaria de Desarrollo Sustentable de Yucatán.

“Es un grave contaminante porque se diluye o se disuelve en el agua y luego se asimila por los organismos vivos, son metales pesados que representan toxicidad de diferentes rangos u otras afectaciones a la salud”, concluyó Rodrigo Patiño, investigador del CINVESTAV.

El Código Penal Federal establece que el daño a un ecosistema, es un delito que se castiga de uno a nueve años de prisión y de hasta tres mil días de multa, que equivale a 369 mil pesos.

 

Con información de Alejandro Sánchez

KAH/NTv