El jugador brasileño del Bayern Múnich, Rafinha, pidió perdón por haberse disfrazado como un jeque árabe, con un objeto parecido a una bomba, en una fiesta de Halloween con sus compañeros de equipo.
Halloween es una celebración donde se visten disfraces exagerados. No fue mi intención enojar a nadie o herir sentimientos», escribió el jugador a través de su cuenta en Twitter, después de que en las redes sociales empezaran a circular las imágenes de la fiesta.
En ellas se ve a Rafinha con un turbante al estilo saudí y gafas de sol, mientras carga con un paquete de cartón, del que pende lo que aparentemente es un activador y con la palabra «Cuidado» impresa.
El jugador usó el disfraz en una fiesta en la que participaron algunos de sus compañeros del Bayern, entre ellos Jéröme Boateng y Mats Hummels, que difundieron la imagen en sus propias cuentas, aunque poco después fue eliminada.
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