Pipino Cuevas vio “mucha madera” en los campeones del torneo “Wílliam Abraham Daguer”
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El ex campeón del mundo Pipino Isidro Cuevas González señaló que en Yucatán hay buenos muchachos que pronto darán de qué hablar en el boxeo de paga.
Entrevistado durante la última función del torneo “William Abraham Daguer” que se realizó en el Polifórum Zamná, Pipino –es su nombre verdadero–, consideró que hay mucho material y los que resulten campeones de este torneo habrá que darles continuidad.
“Llevan en la sangre el boxeo, sólo es cuestión de enfocarlos y que ellos nunca dejen de entrenar y dedicarse en cuerpo y alma si quieren vivir de esta profesión”, enfatizó.
He visto ‘chamaquitos’ buenos con buena madera que pueden llegar lejos, dijo mientras miraba el combate entre Álvaro Mezeta y Rafael Figueroa.
Conocido por sus explosivos puños, Pipino humilde y de fácil palabra señaló que cada quien trae en los nudillos la pegada, sólo hay que saber utilizarla y pulirla poco a poco en el gimnasio.
Explicó que este torneo que hoy se realiza en Mérida debe ser un parteaguas y llevarse a otros puntos del país, para luego captar a los mejores y darles esa continuidad de la mano de buenos entrenadores.
Yucatán, dijo cuenta con buenos entrenadores, grandes ex campeones del mundo que pueden enseñar a las futuras generaciones.
Según Pipino, el boxeo le ha dado todo y si volviera a nacer, por supuesto que volvería ser boxeador. Cuevas González recordó que tuvo una carrera de 17 años y fue el segundo campeón mundial más joven de la historia con apenas 18 años, tras haber noqueado y ganado el título en 1976 al puertorriqueño Ángel Espada.
Espada pidió pelear dos veces más conmigo y en ambas le gané.
Pipino, quien también enfrentó al panameño, Roberto ‘Manos de piedra’ Durán, recordó que fue campeón durante 4 años de 1976 a 1980 y realizó 12 defensas del título de peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
“A mí el boxeo me lo ha dado todo, lo que fui y sigo siendo es gracias a este deporte”, señaló y dijo que en la actualidad trabaja de la mano con Mauricio Sulaimán en algunos proyectos y me envía a muchas funciones.
Reiteró que nunca quiso ser entrenador, nunca, ya que prefirió dedicarse a otra cosa, al dejar el boxeo.