Un estudiante de doctorado del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) desarrolló un algoritmo que identifica la huella palmar como dato biométrico, el cual ha sido patentado en México y en España gracias a la Universidad de Canarias.
La identificación de personas se ha convertido en una necesidad empresarial y gubernamental, y representa un nicho de oportunidades de desarrollo tecnológico relevante a nivel internacional. Actualmente, el iris del ojo o las venas del brazo son datos que se miden a manera de identificación para reconocer a las personas.
El proyecto mexicano fue desarrollado como parte de la tesis doctoral de Miguel Ángel Medina Pérez, la cual fue asesorada por el doctor Leopoldo Altamirano Robles, director general del INAOE, quien señala que normalmente uno se identifica con huellas dactilares, pero aun cuando éstas tienen un alto porcentaje de confianza, siempre hay un rango de incertidumbre.
El reconocimiento palmar cubre una zona de piel significativamente más grande que las huellas dactilares, de manera que contiene más datos identificativos, lo que dificulta más una falsificación intencional. Se caracteriza por la información presente en las impresiones de las crestas de fricción.
“Nuestro algoritmo es software, y para que sea más rápido y se puedan consultar cien millones de registros en tres segundos necesitamos la utilización de hardware dedicado”.
El doctor Altamirano Robles refiere que el algoritmo se desarrolló en la tesis doctoral de Miguel Ángel Medina durante cuatro años, después se inscribió en un concurso abierto a nivel mundial para saber si valía la pena patentarlo.
El trabajo individual obtuvo el quinto lugar, lo que es bueno si tomamos en cuenta la inversión de esfuerzo, mientras que en los algoritmos de primer o segundo lugar trabajan diez o quince personas. Considerando esto se sometió la patente tanto en México como en España.
El doctor Altamirano Robles subraya que el INAOE cuenta con un buen historial en el desarrollo de reconocimiento de datos biométricos. “Con la Secretaria de Gobernación trabajamos hace varios años tratando de levantar los biométricos que ahora se emplean para el SAT.
“Hay empresas trasnacionales muy metidas en esto que por cada consulta que se hace a su base de datos cobran un centavo, pero como se realizan muchas transacciones se traduce en mucho dinero. Son empresas poderosas y hay todo un camino que debemos seguir si queremos competir en el mercado actual de biométricos. No lo hemos pensado así, pero podríamos emplearlo para empresas más pequeñas o para clientes con necesidades más puntuales”, concluye.
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(Agencia ID)