Tzintzuntzan, Michoacán, abril 6 de 2019.- “México cambió y los partidos no lo entendieron, dejaron de ser un puente entre los ciudadanos y el gobierno, y ahora el sistema político mexicano está roto. En el PRI debemos entender que hace falta corregir el rumbo y para hacerlo, primero hay que saber escuchar”, afirmó Ivonne Ortega Pacheco.
La ex gobernadora de Yucatán participó en el Foro #HagamosLaDiferencia2019, organizado por la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) y el Instituto Reyes Heroles, con la ponencia “Relatos del México que Habla”.
“Hay que salir a la calle a escuchar a la gente, comenzando con nuestros propios militantes; sólo así podremos entender el porqué de las derrotas electorales y definiremos el rol que le toca al PRI para hacer la diferencia en los tiempos actuales”, explicó.
“El contacto directo debe ser una realidad, y ahora tenemos a la mano herramientas que facilitan el proceso y lo hacen más inmediato, como las redes sociales. Sin embargo, hay que ver a la gente a la cara y hay que hablar con ellos a nivel de tierra”, dijo.
Comentó que “al hablar con militantes de diferentes regiones del país, he podido identificar al menos cuatro razones del desgaste del PRI, vistas desde la perspectiva de la propia base partidistas:
1. El PRI se alejó de sus militantes y abandonó sus causas.
2. En las candidaturas, dirigencias y toma de decisiones se privilegió a los de siempre y prevaleció el amiguismo y el compadrazgo.
3. La ciudadanía no reconoce la legitimidad de los gobiernos emanados del partido.
4. La corrupción”.
A estas razones habría que agregar que la gran mayoría de la base militante observa que “muchos pagamos los platos que otros rompieron, y esta es una observación presente sobre todo entre los militantes jóvenes, que demandan una renovación de nuestro partido con ideas y acciones frescas”, indicó.
“El PRI debe ser un partido de territorio, no de escritorio”, afirmó: “podemos diagnosticar las causas de las derrotas, pero es necesario afrontar la problemática no desde las oficinas del partido, sino donde están los problemas, en el territorio”.
Al respecto, la ex secretaria general del CEN enumeró 10 acciones para recuperar al PRI:
Democratización interna (condición que deben incluso cumplir todos los partidos si se quiere dar credibilidad al sistema político mexicano); devolverle la dignidad a la política desterrando prácticas indeseables, como la corrupción; regresar a la gente y a las causas sociales; dar un cambio generacional en todos los niveles del partido y sus organizaciones; señalar los actos de corrupción y no tolerarlos más; eliminar las prácticas de “amiguismo” y “compadrazgo” en las tomas de decisiones; crear un consejo consultivo general con participación de la militancia; crear consejos consultivos especializados, tantos como temas haya que resolver a nivel de partido; que el CEN tenga al menos un representante por cada Estado del país, para que se valoren las condiciones regionales, y garantizar un trato digno a la militancia y a la ciudadanía en todos los edificios del PRI.
Desde luego, concluyó, “implementar estas acciones será posible si las nuevas dirigencias surgen de la base militante y continúan con la base militante trabajando juntos, en un PRI de iguales”.
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