Ciudad de México, noviembre 2020. Médicos mexicanos de diversas instituciones de salud han iniciado estudios con nitazoxanida, un fármaco que en sus primeros ensayos a nivel mundial ha demostrado que ayuda a la supresión de la replicación viral del COVID-19 y regula la respuesta inflamatoria en pacientes en etapas tempranas, evitando complicaciones respiratorias.
El Dr. Raúl Romero Cabello, infectólogo pediatra y profesor investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que la nitazoxanida, además de tener acción antiparasitaria y antibacteriana “ayuda a suprimir la replicación viral mediante bloqueo de la maduración de la hemaglutinina viral por inhibición del factor de trascripción viral y estimula a la célula huésped obstaculizando la infección del virus”.
Adicionalmente, se ha evidenciado la acción directa que tiene sobre lo que se conoce como “la tormenta inflamatoria del COVID-19” disminuyendo la actividad de citocinas pre inflamatorias, para con esto amplificar y aumentar la respuesta antiviral propia, balanceando la respuesta inmune y disminuyendo también la presencia del virus dentro de la célula.
Disminuye la producción de citocinas proinflamatorias que afectan directamente la vía respiratoria y hace que el bronquio se dilate. De esta forma el paciente evita crisis respiratorias que pueden desencadenar la intubación.
Los ensayos mexicanos que actualmente se están llevando a cabo en distintas instituciones del país se suman a los estudios realizados en Brasil por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones y la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde se ha demostrado que el uso de este fármaco redujo los síntomas en personas que ya presentaban COVID-19, así como la carga viral, haciéndonos pensar que si se administra en etapas tempranas de la enfermedad podría detener el progreso a complicaciones.
“Con esta evidencia científica de su acción en la relación huésped-parásito, la recomendación es usar la nitazoxanida de forma profiláctica, cuando un individuo resulte positivo a la prueba molecular o presente un cuadro leve sugestivo de infección, para evitar que pase a moderado o severo”, dijo el también ex consultor de la Organización Panamericana de la Salud.
La acción antiviral de la nitazoxanida se ha estudiado durante años en diversos estudios in vitro e in vivo con algunas cepas de influenza A, norovirus, el virus del dengue, fiebre amarilla, virus de la encefalitis japonesa, rotavirus y de las hepatitis virales B y C. Con respecto a los coronavirus, se tiene evidencia desde hace años contra el SARS-COV1 y el MERS.
Entre las ventajas de la nitazoxanida destacan que el organismo lo hidroliza rápidamente, permitiendo su eliminación casi completa, tiene pocos efectos secundarios y mínimas interacciones medicamentosas, que lo coloca como un medicamento eficaz y seguro, concluyó el expresidente de la Asociación Mexicana de Profesores de Microbiología y parasitología en Escuelas de Medicina, A.C., y miembro de la Sociedad Mexicana de Parasitología y de la Federación Latinoamericana de Parasitología.
En día previos, la investigadora Tania Smith, Maestra en Ciencias en Farmacología y miembro del equipo de investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional CINVESTAV, comentó que dicha institución, en colaboración con el IMSS, University College London y University of Liverpool y sumando esfuerzos con el laboratorio farmacéutico Siegfried Rhein, llevarán a cabo el estudio FANTAZE, con la nitazoxanida de referencia, Daxon® y el antiviral propuesto por los investigadores ingleses. La Mtra. Smith, destacó que la combinación de estos fármacos, ataca al virus en diferentes etapas de su ciclo de replicación, teniendo la potencial capacidad de disminuir la carga viral antes de que el paciente se complique.