Ni un paso atrás

“Si la Revolución por la que había combatido se prostituía

en la dictadura de un zar vestido de bolchevique,

entonces habría que arrancarla de raíz y sembrarla de nuevo”

Leonardo Padura

Claudia Sheinbaum inicia su tercer mes de gobierno. Han pasado muchas cosas en estos primeros dos meses. Uno de los escollos más preocupantes es el tema de tener que torear al absurdo personaje que es Donal Trump; el personaje anaranjado que sustituye al padre del pedófilo Hunter Biden que ha sido indultado por el último presidente del partido demócrata; y los demócratas siguen preguntándose, con base en sus ideales de guerras, ventas de armas, pirotecnia sexual, pizzas gates, ovnis en el Congreso, droga en el Capitolio, siguen preguntándose ¿por qué el pueblo norteamericano votó por Donald Trump? Los errores, la desidia, la falta de gobernabilidad de Biden, y de la divertida chica que resultó Kamala Harris como candidata presidencial, han hecho que Donald Trump, y grandes fanáticos blancos, heterosexuales, de ultra derecha —ahora se sabe— que conformarán su gabinete, comiencen a parlotear sobre lo que harán y cómo lo harán apenas lleguen. Contra eso tiene que medirse el gobierno de Claudia Sheinbaum.

La presidenta, su gabinete, los altos jerarcas del partido Morena en el Congreso, Senado y Cámara de Diputados, tienen que cerrar filas sobre, dentro y entre la ideología que ha intentado representarse en la Cuarta Transformación de México.

La presentación del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (CADERR), y los personajes que lo conforman dejan mucho que desear. En ese Consejo Asesor solo hizo falta Ricardo Salinas Pliego, pues la familia Azcárraga sí está representada, así como los Garza Sada. ¡Los Garza Sada! Esa familia que tanto daño hizo a los trabajadores de México, explotándolos, y que movió incluso la creación de grupos como la Liga Comunista 23 de Septiembre, quienes deciden secuestrar a uno de los más altos representantes y fundadores de dicha dinastía.

Claudia nos dice ahora que ¿estos millonarios de México son quienes nos cubrirán las espaldas contra los ataques del imperialista Donald Trump? ¿Ellos y ellas son quienes desarrollarán los modelos económicos para que México pueda mantener su capacidad económica sin detrimento de la población? ¿Acaso es por el bien de los Empresarios, primero los pobres? Cuánto tiempo: semanas, meses, años, pasarán para que alguno de estos 15 personajes que conforman el Consejo Asesor capte y copte a personajes de la 4T, se los meta en el bolsillo, hipnotizados por el verde color del dólar.

Ya Trump dio sus primeros manotazos publicados como “aranceles” “invasiones silenciosas”; Claudia y su gobierno “devuelven” el golpe con el Operativo Enjambre. ¿Claudia protege a los mexicanos de los extorsionadores? ¿Claudia protege los negocios de los 15 personajes de su Consejo Asesor? ¿Claudia se muestra con mano dura para congraciarse con Donald Trump y negociar su entreguismo?

Si decidimos creer que Claudia está buscando la imposición de las Leyes y no congraciarse con Trump, entonces en verdad quiero ver que los millonarios paguen sus impuestos. Quiero ver que se autoricen las 40 horas de trabajo para todos los mexicanos. Quiero ver la disminución de los excesivos intereses bancarios. Quiero ver que nuestros impuestos se traducen en mejores servicios públicos. Quiero ver que Ricardo Salinas Pliego pague los impuestos que debe, quiero ver el desafuero de Alejandro Moreno Cárdenas, el desafuero de Ricardo Anaya, delincuentes que actualmente está protegidos por el fuero que les permite ser senadores. Quiero ver que se eliminen los plurinominales. Quiero verla trabajando para los mexicanos.

Pero poner el destino de la economía mexicana en manos de un Consejo Asesor formado por los mismos empresarios que se han hecho millonarios con la explotación de los trabajadores de México desde hace 100 años, no me parece la mejor opción. La Revolución no puede dar ni un paso atrás.