Ciudad de México, 19 octubre, 2017.- “Las mujeres que sobrevivieron al cáncer de mama y tienen el deseo de ser madres pueden alcanzar este sueño con la preservación de óvulos antes de que inicien con los tratamientos oncológicos como la quimioterapia o radioterapia, asegura la doctora Gabriela García Jiménez, Directora Clínica de IVI México.
La especialista señala que entre los efectos secundarios más conocidos de los tratamientos contra el cáncer cabe destacar la desaparición de la ovulación y las mutaciones genéticas en los ovocitos; sin embargo, es posible lograr un embarazo si antes se preserva la fertilidad.
“Es muy importante que antes de recibir cualquier tratamiento la mujer hable con su médico oncólogo y pregunte sobre las alternativas para conservar la fertilidad, ya que muchas de ellas tienen el deseo de convertirse en madres después de acabar con su tratamiento”, explica la especialista en medicina de la reproducción.
Estudios internacionales refieren que, entre las mujeres en edad reproductiva que tienen cáncer de mama, un 30% de ellas no ha tenido hijos en el momento de su diagnóstico y se sabe que a más del 80% le preocupa el riesgo de quedar infértil luego de su tratamiento contra el cáncer.
Según la doctora García, a pesar de que hasta al 50% de las pacientes sobrevivientes de cáncer de mama le gustaría tener un embarazo al finalizar sus tratamientos oncológicos, solo del 4 al 7% lo logra. “Todos tenemos que afrontar la tarea más complicada ahora: la de concientizar a la sociedad de que existen soluciones para salvaguardar la fertilidad de estas pacientes”, asegura.
Esta diferencia entre quienes quieren ser madres y quienes finalmente lo son, se debe a que los fármacos utilizados en la quimioterapia y la radioterapia provocan cambios genéticos y a nivel celular en los óvulos que impiden, muchas veces, lograr un embarazo a término y sano de forma natural.
Como solución, las mujeres deben guardar sus óvulos para después de sus tratamientos contra el cáncer intentar con sus parejas tener un embarazo sin complicaciones. El tratamiento de preservación de óvulos tiene una duración de 10 días. En este periodo la mujer recibe una medicación para que sus células reproductivas maduren y, posteriormente, extraerlas y preservarlas con técnicas de criopreservación, es decir, se vitrifican.
La vitrificación de ovocitos permite que los óvulos maduros conseguidos tras la estimulación ovárica sean criopreservados para usarlos posteriormente cuando la paciente decida. Esta técnica permite conservar el mismo pronóstico que se tenía en el momento en que los óvulos fueron vitrificados. Debido a la ausencia de formación de cristales de hielo, las tasas de supervivencia de los ovocitos son elevadas, permitiendo retrasar la maternidad con garantías razonables.
Es de suma importancia destacar que los tratamientos de este tipo no interfieren con la quimioterapia, radioterapia o las terapias blanco, por lo que la mujer con cáncer no presentará ningún efecto secundario adverso. En cualquier caso, este procedimiento siempre se hace bajo la autorización de la paciente y del médico oncólogo tratante.
Finalmente la doctora García Jiménez de IVI México comenta que en este mes del cáncer de mama es importante concienciar sobre este tema, ya que actualmente los adelantos médicos han permitido que las pacientes logren superar su enfermedad y cumplan su deseo de ser madres