22 de septiembre, México, CDMX . La Muerte Súbita Cardíaca, también conocida como Paro Cardíaco Súbito, es una afección del corazón muy común que puede acabar con la vida de una persona si no se detecta y atiende en minutos. Puede presentarse en personas aparentemente sanas, como lo hemos visto con algunos deportistas de alto rendimiento y es la causante de la mayoría de las muertes por problemas cardíacos, por lo menos en el 50% de los casos, en países que tienen registros al respecto[1].
Una Muerte Súbita Cardíaca (MSC) no es lo mismo que un ataque o paro cardíaco, aunque suelen confundirse. La MSC es causada por un problema eléctrico en el corazón, cuando éste comienza a latir peligrosamente rápido o de manera irregular, lo que causa que se agite y deje de bombear sangre al cuerpo y al cerebro.
La víctima de Muerte Súbita Cardíaca pierde en primer lugar el pulso, y en pocos segundos, el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos.
La Dra. Eva María Picos Bovio, cardióloga electrofisióloga hemodinamista nos ayuda a entender esta diferencia aclarando que: “La muerte súbita cardiaca no es igual arritmias, más bien es debida a afecciones cardíacas que en la mayor parte de las veces provocan arritmias ventriculares inestables (letales) que pueden causar la muerte en pocos minutos si no se atienden de inmediato”.
Esta enfermedad puede presentarse en personas jóvenes con estilos de vida saludables, sin embargo, sólo aparece en 2 a 3 deportistas por cada 100,000 personas. A pesar de ello, debemos considerar que no es un evento aleatorio, la mayoría de las víctimas de MSC tienen cardiopatías u otros problemas de salud probablemente no detectados, asimismo, viven ante factores de riesgo como: colesterol elevado, hipertensión arterial, sedentarismo, tabaquismo, sobrepeso, obesidad, diabetes, entre otros.
Actualmente sólo el 5% de las personas sobrevive a la MSC sin desfibrilación[2], pues en realidad, el 70% de los ataques cardíacos ocurren, no en hospitales o clínicas de salud, sino en casas o espacios públicos, donde el paciente tiene una alta probabilidad de perder la vida por no recibir ayuda oportunamente.
La manera más efectiva de tratar un MSC es a través de la desfibrilación[3], así lo explicó la Dra. Eva María Picos Bovio, cardióloga electrofisióloga hemodinamista quien además detalló que: “La desfibrilación consiste en aplicar un choque eléctrico al corazón para restablecer un latido cardíaco normal. Esta puede ser con un Desfibrilador Externo o bien, en personas que sabemos que presentan riesgos cardiovasculares, con un Desfibrilador Automático Implantable (DAI), que es similar a un marcapasos, pero con la capacidad de monitorear el ritmo cardíaco y dar la descarga que puede salvar la vida de las personas que han tenido este episodio”
El DAI desempeña un papel importante en la prevención de paros cardíacos súbitos en pacientes de alto riesgo, estos dispositivos se colocan debajo de la piel cerca de la clavícula, el dispositivo del tamaño de un reloj de bolsillo, un poco más grande que un marcapasos convencional, se encuentra conectado al corazón mediante finos cables. Es recomendado para las personas que padecen un latido rápido, potencialmente mortal y anormal que les produjo un desmayo o afectó a la capacidad de bombeo del corazón y cuando los medicamentos no han surtido los efectos esperados.
El 98% de las personas sobrevive a una arritmia mortal cuando se tratan con desfibrilación.[4] siempre y cuando este sea originado por arritmias ventriculares inestables. Es básicamente como tener un equipo de respuesta de emergencias todos los días y en todo momento.
La recomendación más importante es el diagnóstico oportuno y previo para descartar si se es propenso a tener arritmias cardíacas, además de mantenernos informados de antecedentes familiares con complicaciones cardíacas y realizar periódicamente estudios del corazón, como electrocardiogramas o pruebas de esfuerzo físico, para determinar el riesgo cardiovascular. Para conocer más acerca de las enfermedades cardiovasculares, se puede ingresar a la página: https://cuidandotucorazon.com y acercarse a las principales asociaciones de paciente en México, como Asociación Pacientes de Corazón A.C. o la Red Mexicana de Asociaciones de Corazón.
[1] Actuarial risk of sudden death while awaiting cardiac transplantation in patients with atherosclerotic heart disease. Am J Cardiol 1991; 68: 545-546, Inducible ventricular arrhythmias and sudden death during vasodilator therapy of severe heart failure. Am Heart J 1988; 116: 1.447-1.454
[2] Epstein AE, DiMarco JP, Ellenbogen KA, et al. ACC/AHA/HRS 2008 Guidelines for Device-Based Therapy of Cardiac Rhythm Abnormalities [corrections appear at J Am Coll Cardiol. April 21, 2009;53(16):1473. J Am Coll Cardiol. January 6, 2009;53(1):147]. J Am Coll Cardiol. May 27, 2008;51(21):e1-62.
[3] Zipes DP, Roberts D. Results of the international study of the implantable pacemaker cardioverter-defibrillator. A comparison of epicardial and endocardial lead systems. The Pacemaker-Cardioverter-Defibrillator Investigators. Circulation. July 1, 1995;92(1):59-65.
[4] Glikson M, Friedman PA. The implantable cardioverter defibrillator. Lancet. April 7, 2001;357(9262):1107-1117.