El Lic. Alejandro Desfassiaux, Presidente Fundador del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP), consideró que en México están sucediendo actos de violencia que no tendrían cabida en ningún otro país del mundo. “No nos podemos acostumbrar a que la seguridad pública se descomponga cada vez más rápido, a que tengamos 152 alcaldes asesinados de 2006 a la fecha, 126 agresiones a militares en lo que va del año, 92 choferes secuestrados por parte de “normalistas”, a que continuemos brindando apoyo a la CNTE a pesar de sus actos vandálicos de siempre, al incremento del derecho de piso de hasta $ 500,000 pesos a la semana a algunos comercios; y ahora al lamentable homicidio de 13 policías en Michoacán por parte del CJNG”.
No puede haber justicia en un país donde nadie acude a rescatar a policías que están siendo acribillados, opinó el Lic. Desfassiaux. Es algo que no es tolerable y no puede quedar impune o sin consecuencias bajo ninguna circunstancia. Cuando hemos llegado a este punto álgido de impunidad, la fuerza pública “sí lo resuelve todo”, o por lo menos, es el medio a esgrimir para disminuir los índices delictivos y la impunidad en nuestra sociedad. Si no es ahora, a través del involucramiento de la Guardia Nacional, ¿cuándo?, se preguntó.
Al mismo tiempo que crece la vulnerabilidad de la ciudadanía, se está relajando la capacidad de asombro, percibiéndose la inseguridad como algo cotidiano y recurrente donde gobierna la injusticia. Es momento de que las autoridades apliquen mano dura para actuar en contra de criminales, para hacer valer la ley cuando se violentan derechos de terceros siempre con apego a la legalidad y a los derechos humanos, pero sobre todo, es momento de desarrollar una estrategia de largo plazo en materia de seguridad pública, que se adapte a la realidad del país, y así la lucha contra la delincuencia, la violencia y el narcotráfico sea efectiva y genere un cambio verdadero; ya que, tras 36 años de pésimos resultados, el gobierno no ha logrado disminuir los índices delincuenciales cada vez más exacerbados.
Una buena noticia al menos en la CDMX, continuó el Lic. Desfassiaux, es que tendremos esta mano dura con la llegada de Omar García Harfuch a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en relevo de Jesús Orta Martínez, quien recientemente dejó el cargo ante sus pésimos resultados. Harfuch tiene capacidad probada, ya que fue responsable de encabezar los operativos de captura de los líderes de los grupos criminales La Unión Tepito como El Jamón y de la Anti Unión como la de El Tortas. También logró la captura de Javier Duarte en Guatemala y de Roberto Borge en Panamá; así como de líderes de primer nivel del narcotráfico, entre ellos, Dámaso López Núñez, El Licenciado, líder del cártel de Sinaloa que fue extraditado a Estados Unidos y quien declaró en Nueva York en el juicio contra El Chapo.
En contraparte, una mala noticia para el país es la debilidad del Estado de Derecho que siguen promoviendo nuestras autoridades, ya que NO es posible que, en entrevista con José Cárdenas, el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, intente justificar las acciones de los normalistas; porque para respetar la ley no puede haber excepciones. El uso de la violencia no puede ser pretexto para resolver los problemas y ninguna causa puede considerarse como legítima para justificar la ilegalidad. ¿Acaso el Estado no tiene la obligación de defender a los 92 conductores secuestrados y a los propietarios de los autobuses retenidos? ¿Y por otro lado el Estado no tiene la obligación de castigar a quienes causaron daños personales y patrimoniales?
Finalmente, el Lic. Alejandro Desfassiaux, dijo que el desafío principal será restablecer la paz en los estados y regiones más violentos del país y esto sólo será posible actuando en todos los frentes. La Guardia Nacional deberá implementar un proceso de profesionalización de sus elementos para luego extenderse por todo el Territorio Nacional con especial atención a dichas regiones; sin embargo se requieren otras herramientas para la pacificación del país como la implementación de programas de combate a la pobreza, la generación de programas permanentes de empleo, la atracción de inversión extranjera, etc., que desempeñarán un papel fundamental, y esto no sólo es tarea del gobierno sino de todos los mexicanos.