Mexicanos logran sanar lesiones con nanopartículas de óxido de zinc
Especialistas del CIQA, aplican con éxito en humanos este tratamiento que regenera el tejido
Especialistas del CIQA, aplican con éxito en humanos este tratamiento que regenera el tejido
Mediante nanopartículas de óxido de zinc (ZnO), un grupo de especialistas del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) ha logrado sanar lesiones del cuerpo humano, como pie diabético o quemaduras, que posibilitan también la regeneración tisular del tejido de manera rápida.
La doctora en Ciencias de los Materiales, Rebeca Betancourt Galindo, titular de la investigación, explica que las nanopartículas ya fueron probadas en pacientes con pie diabético en el Hospital General de Saltillo y el Universitario de la Universidad Autónoma de Coahuila.
“Buscamos un producto que tuviera alguna aplicación en el área de la salud. Acabamos de terminar el estudio en humanos y presentamos un nuevo enfoque para el tratamiento de las heridas en la piel de personas con inmunosupresión”, explica la especialista del Departamento de Materiales Avanzados del CIQA.
Esta técnica consiste en aplicar en la zona lesionada del cuerpo una solución de nanopartículas de ZnO que penetre en la herida, para que “ataquen” a los gérmenes que causan la infección y ayuden a sanar las heridas, especialmente en un segmento de la población que padece pie diabético o lesiones como consecuencia de la diabetes.
Dentro de la administración del producto de óxido de Zinc, se deben establecer cantidades adecuadas para la obtención de la curación, por lo que se establecieron técnicas como parámetros microbiológicos que consisten en determinar las concentraciones mínimas inhibitorias y concentraciones mínimas bactericidas, pruebas de citotoxicidad con el fìn de establecer las dosis (bactericidas y bacteriostáticas) de las partículas a utilizar, al igual que la concentración de cito-toxicidad.
La doctora Betancourt Galindo explica que por ahora se le da seguimiento al medicamento y su aplicación en humanos para buscar si, de ser el caso, tenga algún efecto tóxico, que pudiera no haber sido encontrado en alguna de las fases anteriores de la investigación. “En esta fase puede detectarse reacciones secundarias raras, pero por el momento no se han presentado”.
Hasta la fecha, la investigación se ha enfocado en personas con heridas de gran tamaño y graves que generan infecciones, y que incluso en varios casos se tiene que amputar el órgano herido por el grado de la infección que no pudo controlarse.
El producto es accesible, y está pensado para personas de bajos recursos económicos que no pueden pagar tratamientos costosos, y que ante dicha circunstancia abandonan un tratamiento.
“Lo que falta a esta propuesta de investigación es que una empresa farmacéutica se interese en la tecnología, o que más hospitales se interesen en la nueva propuestas médica”, concluye la investigadora Rebeca Betancourt. (Agencia ID)