Ciudad de México a 23 de febrero de 2023.- Paradójicamente la memoria y el olvido son dos caras de la misma moneda, son luz y oscuridad en nuestra vida cotidiana. Tener la capacidad, tanto de recordar como de olvidar, es fundamental para la supervivencia del ser humano, ya que nos permite aprender de nuestras experiencias y adaptarnos a nuestro entorno.
“La memoria nos permite almacenar y recuperar información sobre eventos pasados, conocimientos y habilidades aprendidas. Es esencial para la formación de nuestra identidad, ya que nos permite recordar quiénes somos, dónde estamos y lo que hemos hecho en el pasado. La memoria también nos permite aprender y mejorar nuestras habilidades, además de que es esencial para el desarrollo de la creatividad y la imaginación”, argumentó el doctor Mauricio Veloso, Médico Internista.
Por otro lado, el olvido nos permite deshacernos de información innecesaria o inútil. Es como gestionar la memoria de nuestro teléfono móvil cuando ha llegado a límites peligrosos y ya no nos permite ingresar un dato más, o bien, cuando hacemos “limpieza” en el disco duro de la computadora y eliminamos archivos innecesarios.
Así, el olvido es necesario para evitar que nuestra mente se abrume con información irrelevante o antigua, además de permitirnos enfocarnos en lo que es importante en el presente. El olvido también es esencial para nuestro bienestar emocional, ya que nos permite dejar atrás recuerdos dolorosos o traumáticos, como suele ser la pérdida de un ser querido o el alejamiento de un ser amado. A este fenómeno neurocognitivo la psicología lo define como memoria selectiva.
Sin embargo, la memoria y el olvido no siempre funcionan de manera perfecta, como casi todo en la vida. A veces, recordamos cosas que preferiríamos olvidar, o bien, por más que nos esforzamos no podemos recordar cosas importantes que necesitamos saber. Por otro lado, el olvido puede ser frustrante cuando olvidamos algo fundamental, como una cita médica o una fecha crucial, como un aniversario o el cumpleaños de un hijo o un amigo.
En resumen, la capacidad de recordar y olvidar nos permite aprender, adaptarnos y crecer como individuos. Aunque estos procesos no siempre funcionan de manera perfecta, la investigación en neurociencia está ayudando a comprender mejor cómo funcionan la memoria y el olvido en el cerebro humano.
Recientes investigaciones, realizadas en Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel, sugieren que los suplementos alimenticios que contienen Omega 5 pueden ayudar a conservar la memoria y los recuerdos. El Omega 5, también conocido como ácido punícico, que se encuentra en las semillas de la granada.
El Omega 5 nanoemulsionado, tiene propiedades antioxidantes, lo que significa que ayuda a proteger las células del cerebro contra los daños causados por los radicales libres, que son moléculas inestables, que se producen naturalmente en el cuerpo, pero que pueden dañar las células del cerebro y contribuir al envejecimiento y a las enfermedades neurodegenerativas.
Además, algunos estudios han sugerido que el Omega 5 puede ayudar a mejorar la comunicación entre las células cerebrales, lo que podría mejorar la memoria y la función cognitiva en general. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Food and Function demostró que el consumo de aceite de semilla de granada rico en Omega 5 mejoró de manera significativa la memoria en ratones viejos.
Sin embargo, la investigación sobre los efectos del Omega 5 en la memoria y la cognición todavía está en estadios iniciales y, por tanto, se necesitan más estudios en humanos para confirmar estos efectos. “Los beneficios de consumir Omega 5 son evidentes y, por tanto, es un valioso coadyuvante, pero no es una cura milagrosa para la pérdida de memoria o las enfermedades neurodegenerativas; este suplemento alimenticio debe ser considerado como parte de un enfoque integral para la salud del cerebro”, expresó el doctor Veloso.
En suma, comenta Veloso, “los suplementos alimenticios de Omega 5 pueden tener beneficios potenciales para la memoria y la cognición, gracias a sus propiedades antioxidantes y su capacidad para mejorar la comunicación entre las células cerebrales. Se necesita más investigación, que Biolife ya realiza en México desde hace al menos ocho años, para confirmar estos efectos y los suplementos no deben ser considerados como una solución única para la pérdida de memoria o las enfermedades neurodegenerativas”.