Mark Zuckerberg no contempla dimitir como CEO de Facebook
El directivo ha criticado la investigación de The New York Times en la cual se recogía que la empresa trató de ocultar la injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses
El directivo ha criticado la investigación de The New York Times en la cual se recogía que la empresa trató de ocultar la injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses
El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, ha criticado en una entrevista la investigación de The New York Times en la cual se recogía que la empresa trató de ocultar la injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadunidenses, así como la contratación de una empresa para ensuciar la imagen de los sectores críticos a la empresa, y ha asegurado que no piensa dimitir como director ejecutivo ni prescindir de su directora de Operaciones, Sheryl Sandberg.
La investigación publicada por The New York Times la semana pasada se centraba en cómo los altos cargos de Facebook, especialmente Zuckerberg y su directora de Operaciones, se centraron en el crecimiento de la plataforma e ignoraron las señales de advertencia de la injerencia rusa en las elecciones estadunidenses a través de la plataforma, aspecto que después ocultaron al público.
Fuentes de la investigación también han indicado que los proyectos personales distrajeron a Zuckerberg y Sandberg, y que estos pasaron decisiones de seguridad y políticas a los subordinados.
La publicación del diario también aludía a la forma en que la compañía combatía a los sectores críticos y la utilización para ello de la empresa de investigación Definers para mejorar la reputación de la red social y para desacreditar a los manifestantes y a los grupos críticos. Según el reportaje, los activistas contrarios a la compañía fueron vinculados con el multimillonario judío George Soros, que públicamente había criticado a la empresa.
Tras la publicación del reportaje, y en una entrevista a CNN Business, Zuckerberg ha declarado que no le «queda claro en absoluto que el reportaje [de The New York Times] sea correcto», y ha añadido que muchas de las cosas que estaban en el mismo «no eran ciertas» en base a lo que la empresa había visto, y que, pese a ello, «decidieron [el periódico] imprimirlo de todos modos».
En la entrevista, el CEO de Facebook ha comentado que, aunque muchas de las críticas sobre los problemas más grandes son justas, «también hay un panorama más amplio» y que a veces cree que «se obtiene el sabor de parte de la cobertura como si esto fuera todo lo que hay».
Un portavoz de The New York Times aseguró a CNN en un comunicado que su historia era «precisa» y que la apoyaban. Según ha explicado, el reportaje es el trabajo de un equipo de periodistas que recabó las declaraciones de más de 50 fuentes, entre las que se encontraban ejecutivos de Facebook, tanto antiguos como actuales, y otros empleados; legisladores y funcionarios gubernamentales; miembros de grupos de presión, y del personal del Congreso.
Cuando se ha preguntado a Zuckerberg que, si piensa dimitir, este ha respondido que «ese no es el plan» y además ha apoyado a la directora de Operaciones de la compañía, Sheryl Sandberg, al declarar que «estoy muy orgulloso del trabajo que hemos realizado juntos y espero que trabajemos juntos durante las próximas décadas».
Zuckerberg ha dado a entender a CNN que no prevé cambios en la parte alta de la dirección de Facebook. La cadena de televisión ha aludido a las críticas que Sandberg ha recibido por la gestión de las últimas crisis de la empresa. Por su parte, Zuckerberg ha afirmado que la directiva «está liderando muchos de los esfuerzos para muchos de los problemas más grandes que tenemos».
Otro de los aspectos tratados en el reportaje de The New York Times es el uso de Facebook como instrumento para expandir «propaganda política» o «contenidos tóxicos» como discurso de odio, lo cual la empresa habría ignorado en gran medida. Este aspecto refiere en la investigación una publicación realizada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el año 2015, en la cual atacaba la inmigración musulmana.
Cuando la CNN preguntó a Zuckerberg sobre esta publicación, la cual la red social decidió no eliminar, el líder de Facebook defendió que cree que «es muy importante que las personas tengan la oportunidad de escuchar lo que dicen los líderes políticos», y que las políticas de contenido de la compañía dan «deferencia especial» a los contenidos de interés periodístico.
A la supuesta permisividad de la plataforma ante la injerencia rusa en las elecciones y la contratación de la empresa de relaciones públicas Definers para ensuciar la imagen de compañías rivales, resaltadas por la investigación de The New York Times, CNN ha añadido el escándalo de datos de Cambridge Analítica y la violación de seguridad que afectó a millones de usuarios, como crisis con las que Facebook ha tenido que luchar.
Ante estas dificultades, el valor de las acciones de Facebook también ha descendido un 40% desde julio, según ha recogido CNN, ya que los inversores se preocupan por la reacción a largo plazo y por las advertencias de disminuir la venta de anuncios de la red social al «poner la privacidad en primer lugar», como ha señalado el medio citado.
A la postura mostrada por Zuckerberg se añade un documento interno de Facebook redactado por el antiguo responsable de Relaciones Públicas de la compañía, Elliot Schrage, obtenido por el medio Tech Crunch y en el cual Schrage se autoinculpa de la contratación de la empresa de relaciones públicas Definers, supuestamente empleada para ensuciar la imagen de los competidores de la red social y limpiar la propia.
En la nota, Schrage ha reconocido que la compañía contrató a Definers para «responder a acusaciones injustas en las que Facebook ha sido criticada, y para distinguirnos positivamente de los competidores». En relación al inversor multimillonario judío George Soros, Schrage ha declarado que la empresa investigó al magnate después de que este calificara a Facebook como «amenaza para la sociedad» en un discurso en Davos (Grecia) a principios de año.
Con el surgimiento de la campaña ‘Freedom for Facebook’, la compañía pidió a Definers que «ayudaran a comprender qué grupos» se encontraban detrás de la iniciativa, en lo que Schrage ha afirmado que se descubrió que Soros financiaba varios de los grupos de la misma. Tras esto, Schrage ha añadido que Definers «prepararon documentos y los distribuyeron a la prensa» para mostrar que esto (Freedom for Facebook) no era simplemente un movimiento de base espontáneo».
Schrage, que dimitió de su puesto en junio tras el escándalo de Cambridge Analítica, ha asumido la culpa de la actuación de Definers y ha escrito en la nota que «la responsabilidad de estas decisiones recae en el liderazgo del equipo de Comunicaciones. Ese soy yo» y ha resaltado que «Mark (Zuckerberg) y Sheryl (Sandberg) confiaron en mí para manejar esto sin controversia».
Sheryl Sandberg ha realizado un comentario a la nota de Schrage, también recogido por Tech Crunch, el cual a pesar de lo comunicado por el antiguo responsable de Relaciones Públicas, ha añadido que «superviso a nuestro equipo de comunicaciones y me responsabilizo de su trabajo y las firmas de relaciones públicas que trabajan con nosotros».
Asimismo, Sandberg ha enfatizado que «no fue la intención de nadie participar en una narrativa antisemita contra el señor Soros o cualquier otra persona», en alusión a los problemas que motivaron el despido la semana pasada de Definers por presuntamente calumniar al magnate judío.
dre