Los bailan en El Puerto
Cruz Azul es derrotado 2-1 en su visita a Veracruz y pone en riesgo su pase a la Liguilla
Cruz Azul es derrotado 2-1 en su visita a Veracruz y pone en riesgo su pase a la Liguilla
VERACRUZ, México, Abr. 23, 2016.- En partido de la jornada 15 del Torneo Clausura 2016, llevado a cabo en el Estadio Luis Pirata Fuente, Cruz Azul se llevó un nuevo revés al caer 2-1 ante Veracruz y puso en peligro su pase a la Liguilla.
Con un Veracruz con nada por perder en este torneo, pero mucho por ganar para el próximo por el tema del descenso, y un Cruz Azul peleando por meterse a la Liguilla, ambos conjuntos saltaron a la cancha con deseos de triunfo.
Se veía una lucha aguerrida en todos los sectores del terreno de juego, ninguno cedía espacios, la ambición y la necesidad se reflejaba en cada uno de los jugadores, sin embargo, poco a poco parecía que los celestes tomaban el control del esférico.
Cuando mayor dominio se veía de los cementeros, a los 30 minutos, en un tiro libre cobrado por Keko Villalva, el balón llegó a los botines de Julio Furch en el área, quien, de frente al arco, no perdonó a Corona para abrir el marcador en favor de los escualos.
Las acciones volvieron a nivelarse tras el gol, sin embargo, ahora se notaba un Veracruz más tranquilo, pausando más sus jugadas y buscando hacer presa de la desesperación al Cruz Azul para irse al descanso con la ventaja.
En la segunda parte los visitantes volvieron a la carga, abrieron filas y, al 55′, Jorge Benítez llegó a línea de fondo en el área, alcanzó a sacar el disparo tras recortar a un defensa y silenció la grada al poner el esférico en la red para el 1-1 en la pizarra.
Nuevamente los dirigidos por Tomás Boy parecían ser los dueños de las acciones y del balón, pero del otro lado no se veía a un equipo conforme con el resultado, los Tiburones Rojos dejaban claro que no estaban muertos.
A los 78 minutos, nuevamente en un balón detenido pero ahora cobrado por Carlos Calvo de saque de banda, Juan Albín encontró el esférico en el área, metió el martilazo de cabeza y lo puso en el fondo de la portería celeste para reavivar la fiesta en la grada.
Inició la desesperación de los comandados por Tomás Boy, alguna vez técnico de los Tiburones Rojos, y al mismo tiempo la petición de la afición escuala de un baile de su antiguo timonel.
El grito de «¡que baile, que baile!» no cesó en la tribuno, pero sí el tiempo en la cancha, lo que trajo su segunda victoria de la competencia al Veracruz y un mar de dudas al Cruz Azul al alejarse más de puestos de Liguilla.